Después de lo enganchada que me tuvo hace unos meses El silencio de la ciudad blanca de Eva García Sáenz de Urturi, en cuanto me enteré que se había publicado la segunda parte de la trilogía, Los ritos del agua, sentí la necesidad de leerlo cuanto antes. Unos meses después he podido tenerlo en mis manos y os puedo asegurar que no decepciona a pesar de las expectativas.
Resumen
En esta nueva entrega, el caso comienza con el asesinato de Ana Belén Liaño, un antiguo amor de Unai. A primera vista parece que se ha seguido un antiguo ritual al encontrarla colgada y sumergida en un caldero de la Edad de Bronce. Unai, con la ayuda de Esti, Alba y dos nuevas incorporaciones de la comisaria, tendrán que resolver la razón por la que un asesino se dedica a imitar los antiguos Ritos del Agua en lugares sagrados del País Vasco y Cantabria. Parece que las muertes tienen relación con un campamento de verano al que asistieron Unai y sus amigos para reconstruir un poblado cántabro en 1992, por lo que se siente realmente implicado.
Además, como parece que las víctimas son personas que están esperando un hijo y la comisaria Salvatierra está emabarazada, cabe la posibilidad de que Unai vuelva a ser víctima de un psicópata cuando aún arrastra las consecuencias del anterior asesino en serie.
Crítica
Cuando esperas un libro con tantas ganas, hay una alta posibilidad de que la decepción al leerlo sea directamente proporcional a las ganas que le tenías. Si a esto le sumas que era el primer libro que leías de la autora, desconfías de que fuera un ataque de suerte o suceso similar. Sin embargo, en esta ocasión no ha sido así y después de leer la segunda parte de la historia de Kraken, estoy deseando que se publique ya la tercera.
Volvemos otra vez a las calles de Vitoria, escenario principal de la novela aunque en esta ocasión tiene que compartirlo con otros lugares de norte de la península como La Guardia o Santander, entre otros. Volvemos unos meses después del final de El silencio de la ciudad blanca en los cuales Unai ha vivido recluido en el pueblo con el abuelo, intentando olvidar lo sucedido y dedicándose a tareas de campo. Sin embargo, el aviso de la muerte de Annabel en medio de la montaña y colgada de una soga, hace a Kraken despertar de su letargo y ponerse las pilas para poder volver al cuerpo lo antes posible. No lo tendrá fácil ya que arrastra una enfermedad que le impide comunicarse de forma oral y le tendrá pegado al móvil por necesidad.
Como ya ocurría en el anterior libro, se intercala la investigación policial del presente con la historia del pasado, en este caso, con Unai y su cuadrilla como protagonistas. Una vez más se consigue que el lector vaya tejiendo poco a poco la trama para intentar descubrir quién es el asesino y las razones que puede tener para llevar a cabo los asesinatos. Pero Unai no estará solo por lo que nos volveremos a encontrar con personajes de El silencio de la ciudad blanca como Esti, tratando de superar los fantasmas del pasado centrándose en el trabajo; Alba, embarazada de pocos meses con el miedo de las consecuencias que esto puede desencadenar en comisaria y muchas dudas sobre su futuro; el abuelo, como un roble que se mantiene erguido para que sus nietos puedan agarrarse a él; Germán, el hermano de Unai, intentando superar las heridas psicológicas que le dejó el anterior asesino en serie para volver a ser el tipo encantador de siempre; nuestros hackers favoritos, reticentes pero siempre dispuestos a echar una mano; o la pandilla de Unai en la que ya conocíamos a Lutxo pero que ampliaremos con amigos como Jota, Asier o Araceli. En esta segunda parte se incorporan al equipo de investigación dos nuevos agentes que pueden ser de gran ayuda: el subinspector Peña y la agente Milán, especializada en nuevas tecnologías.
Una vez más, el tema de la mitología celta, leyendas y rituales vuelve a ser clave tanto para la investigación como para el asesino por lo que tendremos que ir siguiendo la pista hasta las últimas páginas.
Si queréis disfrutar de una gran novela negra de las que os hacen elucubrar quién será el asesino esta es la novela perfecta. Eso sí, no lo pondrá fácil y te tendrá con el corazón en vilo hasta el último suspiro.
Citas
Cómo habría de encontrar algo quien no quiere reparar en lo que tiene delante.
Eso me preocupaba, porque los asesinos psicóticos son impredecibles y a mí el mundo me gusta ordenado y catalogado. Controlable, en definitiva.
Tú no. Tú no. Ni se te ocurra morirte porque me dejas cojo en la vida y no te lo perdono. [...] Tienes que seguir salvándome, tú eres la que acabas con los malos.
Lo quiero tanto que ni siquiera deseo acostarme con él y arriesgarme a perderlo. Lo quiero tanto que lo quiero todo de él y todo es lo que tengo: lo veo todos los días, le puedo llamar a todas horas, puedo encaramarme a su cama de hospital, puedo comer todos los días de la semana con él, puedo desayunar con él. Tengo a la persona que quiero a mi lado y así va a ser toda nuestra vida. Créeme, no tengo el premio de consolación.
Tal vez tenía razón: me iba mejor en modo solitario. Necesitaba estar solo, muy solo. Solo me iba mucho mejor en la vida, al menos no destrozaba vidas ajenas que me importaban mucho.
Tomo nota como posible futura saga a leer, por lo que cuentas tiene buena pinta 😊
ResponderEliminarSí, es una saga estupenda, muy similar a la Trilogía del Baztán: asesinatos en serie localizados en el norte de España, aunque en este caso el protagonista es un chico. Es maravillosa, pero a lo mejor quieres esperar hasta que esté publicada al completo, mientras sigues con Camilla Lackberg, jajaja
EliminarA mí madre le ha gustado mucho, pero yo no creo que lo lea, no es el género que me gusta leer :)
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