Fangirl de Rainbow Rowell

Hola de nuevo!

Fangirl de Rainbow Rowell

Hoy me toca hablaros de mi primera experiencia de lectura conjunto con los chicos de #EraseCL. La obra elegida este mes era Fangirl de Rainbow Rowell y, yo que llevaba mucho tiempo con ganas de leerlo, no pude resistirme. Hace ya mucho tiempo leí Eleanor&Park, el primer éxito de esta escritora. Aunque no se puede decir que fuera una de mis novelas favoritas, me resultó muy bonita y muy tierna así que llevaba un tiempo con ganas de leer otro libro suyo así que esta oportunidad ha sido estupenda.

Resumen

Cath y Wren son gemelas y hasta su llegada a la universidad hacían prácticamente todo juntas.

Pero en el momento de elegir residencia y habitación, Wren le deja claro a su hermana que no piensa compartir habitación con ella ya que ve la universidad como una oportunidad de conocer nueva gente, disfrutar del ambiente y las fiestas y dejar de sentirse una niña. Sin embargo, para Cath no es nada sencillo integrarse. Es una chica terriblemente tímida, odia salir de su zona de confort, conocer a nueva gente y hacer nuevos amigos. Si fuera por ella, se refugiaría en el universo de Simon Snow, el protagonista de una saga de novelas juveniles de éxito, del que escribe habitualmente un fanfic con miles de seguidores en la red.

La llegada de Cath a la universidad no puede ir peor: sola, sin el apoyo de su hermana a la que ha tenido siempre a su lado, una compañera de cuarto antipática con un novio pesado que se pasa la vida todo el día allí, una clase de literatura creativa en la que muere de vergüenza cada vez que tiene que leer sus textos y un guapo compañero de clase que sólo sabe hablar de sus escritos. Echa de menos su vida familiar, escribir a dos manos con Wren las entradas sobre Simón Snow y cuidar de su padre, su adorable padre que las ha cuidado desde que eran pequeñas pero que no lleva nada bien el quedarse solo en casa.

Crítica

Antes de empezar a desgranar el libro, tengo que reconocer que todas las opiniones y sensaciones  han estado condicionadas por las ganas que tenía de leer este libro y lo bien que había oído hablar de él a todo el mundo. ¡Claro, una se hace ilusiones y luego pasa lo que pasa! Con las expectativas tan altas, el libro no llega al nivel esperado.

La novela comienza con la llegada de Cath a su habitación, la desolación y el abandono que siente al dejar atrás a su padre y su hermana. No quiere ni conocer la residencia, ni dónde están las estancias principales como el comedor, ni relacionarse con la gente de su alrededor. Los primeros días son horribles para ella, no consigue adaptarse a la vida universitaria ni entabla relación con nadie.

Aunque es cierto que los primeros días de universidad son complicados para todos, los sentimientos de Cath son muy extremos. Aún me estoy viendo el primer día de clase en la B-21, esperando en las oscuras escaleras y sin conocer a nadie. ¡Qué drama, nadie era capaz de empezar una conversación! Sin embargo, con el paso de las horas y los días, los que parecían desconocidos se convierten en tus amigos con los que compartir risas y angustias.

Personalmente, no he logrado conectar con Cath. Entiendo su timidez, que sea introvertida, que le cueste hacer amigos, que se sienta la rara, etc. Todos nos vemos sentido así alguna vez o incluso nos sentimos a diario. No es fácil tratar de encajar en un grupo de amigos, en una familia o con los compañeros de trabajo. Pero lo que no logro comprender de Cath es por qué no acepta entablar una conversación con gente que quiere llevarse bien con ella, aunque me caiga bien una persona, las rehuye, no quiere saber nada que no sea su mundo de escritura, especialmente de Simon Snow.

A pesar de la actitud antisocial de Cath a lo largo de los días tendrá que lidiar con una serie de personajes que le intentarán sacar de su aislamiento: Reagan con la que comparte habitación pese a que esta casi no pasa por su habitación; Wren, su hermana a la que cada día ve menos y casi siempre acompañada de su insoportable amiga Courtney;

Levi, el encantador novio de Reagan que pasa las horas esperándola en la habitación y saca de quicio a Cath con su sonrisa eterna y su amabilidad; Nick, su compañero de clase de escritura creativa con el que hace pareja perfecta cuando se sientan a escribir relatos, pero fuera de ahí, no saben más uno de otro.

Además de preocuparse por todo esto, no deja de pensar en su padre, un publicista que se desvíe por sus hijas desde que su madre los abandonó hace años pero que ha dependido siempre de ellas porque no sabe cuidarse por sí mismo.

Como alguna de mis compañeras del club de lectura ha dicho se podría decir que el libro trata del primer año de universidad de Cath y la gente que tiene a su alrededor. Como ya os he dicho reconozco que no he conseguido empatizar con Cath y su modo de relacionarse con el mundo casi enfermizo. Entiendo la timidez y lo que cuesta encajar en esta sociedad pero creo que su actitud actúa en su contra. No sé si es un problema que le sucede a mucha gente de una manera tan fuerte pero da la sensación de que la autora ha intentado forzar un personaje tan acomplejado y tan extremo para que la gente que no encaja se sintiera reflejado pero, en mi caso, no lo ha conseguido para nada. Gracias a otros personajes como Levi o el padre de las chicas, ambos encantadores y adorables, que son del tipo de personas que tratan de ver el lado bueno de la vida y se encarga de sacarle la sonrisa a cualquiera. Sinceramente, tengo que reconocer que Levi me ha conquistado completamente y, si no fuera por él, el libro hubiera sido mucho más aburrido.

Obviamente, toda la novela es un canto a las personas diferentes, para las que no encajan con los demás, para las que no nos sentimos gente normal y que reivindica la diferencia y la idea de aceptarse tal y como es. Para mí, la idea principal es fantástica pero, al patinar el personaje principal y tener unas expectativas tan altas por lo bien que había oído hablar de la novela, el resultado no ha sido malo pero sí un poco decepcionante. Eso sí, sirve para rememorar nuestros primeros años de universidad y volver a transformarnos en adolescentes tímidos por un tiempo.

Citas

Se preguntó si de verdad era tan mono o si a ella se lo parecía sólo porque, obviamente, él estaba convencido de ello.

Si tengo mala pinta, es porque estoy viva. Porque he vivido experiencias.

- No soy muy aficionado a leer.
- Me parece que esa es la afirmación más idiota que has pronunciado nunca en mi presencia.

Le gustaba. Mucho. Le gustaba mirarlo. Le gustaba escucharlo; aunque a veces detestaba oírlo hablar con otras personas. Odiaba verlo repartir sonrisas a diestro y siniestro como si le sobraran, como si nunca se le agotaran. Hacía que todo pareciera tan fácil...

Tú lo odias todo. Odias los cambios en general. Si yo no te arrastrara tras de mí, no harías nada.&

Saber que estaban en la misma ciudad avivó la sensación de añoranza en su interior. En su estómago. ¿Por qué todo el mundo se empeñaba en hablar del corazón? Casi todo lo que guardaba relación con él sucedía en su estómago.

A veces, escribir se parece a correr cuesta abajo. Los dedos vuelan por delante de ti en el teclado igual que hacen las piernas cuando no pueden resistir del todo la atracción de la gravedad.

Nota: