Patria de Fernando Aramburu

Hola a todos!

Patria de Fernando Aramburu

De vuelta por los lares de Blogger. Esta vez no he querido dejar pasar mucho entre reseña y otra. Cosas de la vida. En este caso no ha sido tanto por el poco tiempo que tengo para escribir sino por el tiempo que tuve la semana pasada para dedicar más tiempo a la novela que estaba leyendo y, ¿por qué no decirlo?, a la que estaba muy enganchada. ¡Qué placer el poder disfrutar de una novela en tus vacaciones! Poder dedicarte sólo a leer tranquilamente, a saborearla, sin las prisas cotidianas, sin otros temas que estás obligada a leer a diario... Ay, cómo voy a echar de menos estos días libres de Semana Santa.

El libro del que os quiero hablar hoy es Patria de Fernando Aramburu. Sí, ya sé que todo el mundo ha oído hablar de él, de qué va y sabe que ha sido premiado mejor libro del año con con el Premio Francisco Umbral, etc. A mí, sin embargo, aunque tenía ganas de leerlo y estaba segura de que iba a ser un buen libro, me daba pereza ponerme con él, tenía más ganas de releer una saga que tengo entre manos (ya os hablaré de ella cuando la acabe). Pero, era tanta la insistencia que tenía a diario en casa para que cogiera de una vez Patria y poder comentarlo, que me dejé convencer. Y lo agradezco enormemente.

Resumen

El día en que ETA anuncia que abandona las armas, Bittori se acerca al cementerio a contárselo a su difunto marido, el Txato, asesinado por la banda terrorista años atrás. Además, ha tomado la decisión de volver a la casa del pueblo en la que vivían antes de su muerte, la que tuvo que abandonar por el acoso de sus propios vecinos y la recomendación de sus hijos, para irse a San Sebastián. La vuelta de Bittori alterará la tranquilidad del pueblo, especialmente la de Miren, su íntima amiga hace tiempo y madre de Joxe Mari, encarcelado por terrorismo y sospechoso de la muerto del Txato. ¿Qué ha pasado para envenenar así la amistad de dos familias tan unidas? La vuelta de Bittori al pueblo intentará hacernos reflexionar sobre la posibilidad de olvidar y perdonar de una sociedad llena de victimas de dos bando diferentes.

Crítica

El libro comienza con el abandono de las armas de ETA y los sentimientos que este hecho desencadena en las dos protagonistas principales: Bittori y Miren, en torno a las cuales se desarrolla la acción (y las familias, también, ¿para qué negarlo?). A partir de ahí empieza una historia de presente y pasado, de las sensaciones actuales y recuerdos que le vienen a la mente, decisiones que tomaron y que han transformado su vida.

La acción se desarrolla en capítulos con un narrador omnipresente dedicados a los diferentes miembros de la familia de los que conoceremos su vida actual, sus aficiones, sus quehaceres y el devenir de su vida en los últimos treinta años gracias a los flashback y viajes en el tiempo que nos harán ver cómo era su amistad y cómo la lucha de las ideas políticas la fue deteriorando.
Los personajes principales con los que viajaremos son los que componen las dos familias. Por un lado tenemos a la familia de Bittori, viuda del Txato, asesinado por ETA años atrás, y sus dos hijos Xabier y Nerea. Siempre fueron la familia "emprendedora" del pueblo porque el Txato montó una empresa de autobuses que creó muchos empleos en el pueblo y además, le permitió llevar una vida acomodada y sin problemas de dinero. Por el otro lado, tenemos a la familia de Miren y Joxian, menos adinerados que sus amigos, que tienen tres hijos Joxe Mari, Arantxa y Gorka. Estos serán nuestros protagonistas, con los que viviremos cómo les sienta la noticia del abandono de las armas de ETA, cómo recuerdan los días de su juventud, cómo la lucha armada por Euskadi entra en sus vidas o cómo vivieron la muerte de Txato. No os podéis imaginar cómo estas ocho personas pueden llegar a emocionarte, a cabrearte y, especialmente importante en esta novela, a ponerte en el lugar del otro, a pensar cómo una persona puede llegar a entrar en una organización terrorista, cómo una madre puede cambiar radicalmente sólo por seguir los pasos de su hijo hasta convertirse a una abertzale. Este conjunto de personajes consiguen hacerte vivir dentro de la novela, pasan a formar parte de tu vida y difícilmente van a salir de tu mente. He leído opiniones quejándose de que los personajes son puro estereotipo pero yo no estoy para nada de acuerdo. Para mí en este novela coral, los personajes son la clave, los que hacen de un libro sobre la confrontación entre Euskadi, en la historia de dos familias con sus sentimientos, sus vidas, sus errores, sus tragedias y sus alegrias, en resumen, en una historia fabulosa, más allá de posibles estereotipos. Dentro de estos ocho personajes, cada lector tendrá sus favoritos con los que sufrirá o disfrutará; y otros con los que empatice menos, pero todos son necesarios para obtener la historia completa con sus diferentes visiones.

Además de sus los personajes, destaca llamativamente las localizaciones de la historia. Aunque en ningún momento de la novela se da el nombre del pueblo donde sucede gran parte de la novela, sabemos que es un pequeño pueblo en las inmediaciones de San Sebastián. Sin embargo, tampoco es necesario porque el autor consigue que el lector se imagine perfectamente cada rincón del pueblo: la pagoeta, la huerta de Joxian, la casa de Bittori y las vistas que tiene, el lugar donde tiene el Txato los autobuses y hasta la iglesia. Se siente la atmósfera, las lluvias que acompañan a los personajes y hasta la brisa marina del paseo de la Concha en Donostia.

Otro aspecto que me ha conquistado completamente ha sido cómo utiliza el autor el lenguaje para ambientar completamente la novela. Aparte de los términos en euskera que nos vamos encontrando a lo largo de toda la novela y que se pueden consultar en un glosario al final del libro, me ha llamado particularmente la atención el lenguaje y las expresiones que pone en boca de los personajes. Frases sencillas, tiempos verbales simples casi siempre, la escasez de posesivos o simples expresiones vascas que con el paso de las páginas se te van metiendo dentro.
En resumen, es una novela de 10, de las novelas que deberían leer todo el mundo para darse cuenta de cómo la violencia puede entrar por la casa de la manera más simple, lo difícil llevar la contraria a la mayoría y lo cobardes que seríamos todos, lo fácil que es callarse y no opinar por el qué dirán, y lo difícil que es olvidar y perdonar. Hacedme caso, las más de 600 páginas se hacen cortas y al acabar, se echan de menos.

Citas

No dejemos que el odio amargue nuestras vidas.

Palabras. No hay manera de quitárselas de encima. No le dejan a una estar verdaderamente sola. Plaga de bichos molestos, oye. Debería abrir las ventanas de par en par para que salgan a la calle las palabras, los lamentos, las viejas conversaciones tristes atrapadas entre los tabiques del piso deshabitado.

Tú lee todo lo que puedas. Reúne cultura. Cuanta más, mejor. Para que no caigas al agujero en el que están cayendo muchos en este país.

Nos esforzamos por darle un sentido, una forma, un orden a la vida, y al final la vida hace con una lo que le da la gana.

Su misión no era pensar ni sentir, sino cumplir órdenes.

Les meten malas ideas, y como son jóvenes, caen en la trampa. Luego se creen unos héroes porque llevan pistola. Y no se dan cuenta de que, a cambio de nada, porque al final no hay más premio que la cárcel o la tumba, han dejado el trabajo, la familia y los amigos. Lo han dejado todo para hacer lo que les mandan cuatro aprovechados. Y para romperles la vida a otras personas, dejando viudas y huérfanos por las esquinas.

—Algún día no muy lejano pocos recordarán lo que pasó.
—No te hagas mala sangre. Es ley de vida. Al final, siempre gana el olvido.

Pedir perdón exige más valentía que disparar un arma, que accionar una bomba.

Nota: