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Memento mori de César Pérez Gellida

Memento mori de César Pérez Gellida
Memento mori de César Pérez Gellida
De vuelta de vacaciones, toca volver a la rutina de sacar un hueco para actualizar el blog y contaros mis lecturas. Mi idea en este post era hablaros de alguno de los libros que me han acompañado durante las vacaciones pero la "actualidad lectora" ha podido conmigo y me obliga a escribir sobre la novela que he acabado hace sólo unas horas: Memento Mori de César Pérez Gellida.

Resumen

El inspector de homicidios Ramiro Sancho comienza una pesadilla el domingo de septiembre en que aparece asesinada una joven ecuatoriana en la que el culpable ha dejado su sello: le ha cortado los párpados y en su cuerpo se ha encontrado un poema, presuntamente escrito por el asesino, en el que amenaza con continuar matando.
A partir de ese momento, Sancho comenzará una carrera a contrarreloj para intentar detenerle con la ayuda del comisario Mejía y subinspectores Matesanz y Peteira, la doctora especialista en psicolinguística Martina Corvo, la jueza Aurora Miralles y el psicólogo especialista en asesinos en serie Armando Lopategui alias «Carapocha».

Crítica

Llevaba mucho tiempo con ganas de leer este libro, el primero de la trilogía "Versos, canciones y trocitos de carne". Sin llegar a ser un best seller, llevaba muchos meses leyendo opiniones positivas de él, gente que lo recomendaba y realmente, no sé cómo he podido tardar tanto en tenerlo entre mis manos. ¡Con lo que me gusta a mí una novela negra y lo que estoy disfrutando en los últimos años descubriendo nuevos autores españoles como Dolores Redondo o Eva García Saénz de Urturi. Hace ya algunos meses intenté hacerme con él en una biblioteca pero como fue tarea imposible, lo dejé para más adelante. Ahora, a la vuelta de vacaciones, llegó su momento.

El libro comienza demostrando que no es como otras novelas similares ya que el lector conoce al asesino  con nombre y apellido desde la primera página. Muchos os preguntaréis qué intriga tiene entonces el libro. Mucha, muchísima, diría yo. Todos conocemos al asesino pero no sabemos por qué mata, cuáles son sus planes, sus sentimientos o su historia personal. No quiero desvelar aquí nada importante pero llama la atención por su excepcional inteligencia y su pasión por los clásicos literarios, la mitología griega y romana y la música independiente actual.

Por otra parte, pronto descubriremos también a Ramiro Sancho, el inspector de homicidios al que le tocará lidiar con las muertes y las incógnitas que nuestro asesino dejará en los cuerpos. Sancho es un tipo muy peculiar; llama poderosamente la atención su barba pelirroja, siempre con necesidad de recortar y que tiene la manía de pellizcar cada vez que reflexiona sobre algo importante. Con una vida familiar nula, se centra especialmente en su trabajo y su única distracción es seguir los partidos de su equipo de rubgy. Personalmente me llama mucho la atención su carácter castellano y su manía de encontrar el refrán perfecto para cada situación. Muy querido y valorado entre sus compañeros, hará lo imposible por atrapar al asesino aunque éste no se lo pondrá nada fácil. Será un juego en el que el asesino tratará de demostrar su inteligencia y parecerá que siempre va por delante, ¿podrá atraparlo Sancho antes de que la ciudad entre en pánico?

Ambos son los protagonistas a partes iguales de la novela pero no estarán solos. Además de estos dos magníficos personajes que sostienen la novela, nos encontramos con otros secundarios de lujo como todo el equipo de Policía con el que trabaja Sancho entre los que destacan el comisario Mejía y los subinspectores Matesanz y Peteira que siempre están apoyándole en lo profesional y en lo personal o la jueza Miralles. Fuera de la comisaría, destacan especialmente Martina, una brillante doctora especialista en analizar la psicología del lenguaje y que será de gran apoyo para la investigación, y Carapocha, psicólogo especialista en asesinos en serie bastante particular cuya experiencia puede ser de gran ayuda para Sancho. 

Otra de las razones, además de los personajes, por las que el libro resulta tan adictivo es por la velocidad narrativa que logra. A través de sus palabras, el autor consigue un thriller en el que la acción no da tregua y los sucesos se desarrollan tan rápido que no quieres dejar de leer en ningún momento. En cierto modo, me recuerda bastante a otra novela negra que leí hace algunos meses, Irène de Pierre Lamaître. Quizás sea por la rapidez de la acción o por la idea de que conoces al asesino desde el principio pero a la vez sigues la investigación policial sufriendo a cada instante por quien puede ser el siguiente. En ese aspecto también llama la atención ese elemento de sorpresa en el que no sabes qué va a ocurrir después, quién puede ser el siguiente y desconfías de cada personaje ante la posibilidad de que pueda haber un compinche. Del final mejor de hablamos, no puede ser más sorprendente.

También es importante, al menos para mí, dónde está localizada la novela. En este caso, la acción transcurre en la ciudad castellana de Valladolid. Con unos orígenes zamoranos como los míos (y los del inspector Sancho, por cierto), cualquier referencia a ciudad tan cercana sentimentalmente es un aliciente más para que entusiasmarme. Aunque tengo que confesar que nunca he tenido la oportunidad de visitarla y, si ya antes, tenía muchas ganas, después de leer la novela ya ni os cuento. Espero poner solución pronto. En alguna entrevista al autor he leído que esta novela es un homenaje a la ciudad y cualquier lector lo corroborará. Lejos de las largas descripciones que utilizan en otros libros para poner al lector en situación, aquí vamos conociéndola con el transcurso de la acción. Lugares como Campo Grande, Arturo Eyries, el barrio de Covaresa, Zero Bar o el Café Berlín pasan a formar parte de la historia y, pese a no conocerlos, creo que los he recorrido unas cuantas veces con la mente. ¡Lo que es el poder de la imaginación! Para los que no confíen en el poder de su mente o quieran ver cómo son los escenarios, en este vídeo podéis encontrar unas fotografías estupendas realizadas por Carlos de Francisco.



Ahora vamos al último aspecto que me tiene completamente enamorada de la novela: la música. A través de los gustos musicales de nuestro "querido" asesino (no entiendo por qué no pongo su nombre si aparece en muchas sinopsis pero voy a intentar mantener su anonimato) el libro goza de una banda sonora propia. Desde clásicos como Placebo, Héroes del Silencio o The Cramberries a grupos más actuales como Rammstein, Muse, Vetusta Morla o Love of Lesbian, la música independiente está muy presente en su vida. Siempre que vive un momento en el hay alguna canción que se adapte a sus pensamientos, se recrea cantándola. Puedo entender que haya personas a las que les resulte un poco pesado tanta canción que interrumpe la acción pero a mí me ha sucedido todo lo contrario. Sólo conocía dos o tres de la amplia lista de canciones pero, las que no había escuchado nunca, las intentaba buscar para escucharlas a la vez que leía los versos, así que me ha servido para descubrir muchas nuevas. Os dejo la lista de reproducción por si os queréis hacer una idea de a qué suena el libro. A todo esto hay que añadirle las otras pasiones del asesino como son la literatura, la poesía o la mitología clásica. ¿Cómo no me iba a gustar este libro si sus mimbres son estupendos?


En resumen, si queréis disfrutar y engancharos a una trepidante novela negra, no lo dudéis. Para mí ha sido uno de los grandes descubrimientos del año y ya estoy deseando empezar la segunda parte. No sé si a alguno os pasa pero cuando no puedo parar de leer, aprovecho cada momento que tengo libre para ponerme con él. En este segunda quincena de agosto con Madrid a medio gas y yo llegando pronto todos los días al trabajo, siempre recordaré esta novela por los momentos de persecución y angustia que pasé leyéndolo en los parques cercanos al trabajo. No puedo hacer otra cosa que recomendarlo a cualquier amante del thriller policíaco, pero cuidado los muy sensibles porque tiene momentos en los que la sangre hace su aparición en escena. Por lo demás, es un libro perfecto para iniciar una saga de novela negra.

Calificación

Citas

Talento y talante se conjugan con tiento y aguante.
El olor a cuero, a papel envejecido y a madera se mezclaba con la falta de aire renovado. Si la cultura tuviera alguna esencia, sería esa.
Unos se casan por la iglesia, otros se casan por el juzgado y yo me casé por idiota. 
Tengo la sospecha de estar por estar, descontando los días que están por llegar. Y nunca llegan.
Normalmente, lo que parece es simplemente eso: lo que parece que es. 
Mi padre decía que los defectos de una persona se intensifican en la memoria de la persona que la espera. Yo, como tengo muchos, no doy opción.
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos quienes las jugamos (Schopenhauer) 
Un canción para cada momento y un momento para cada canción
El ser humano es capaz de todo, solamente deben darse las circunstancias apropiadas.

Comentarios

  1. Holaaa
    No lo conocía, pero con esta pedazo reseña ¿quien dice que no?
    IMPOSIBLE
    Así que apuntadisimo queda ^^
    un besazo!

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    Respuestas
    1. Ay, mil gracias bonita. Sólo espero que te guste tanto como a mí.

      Un abrazote

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  2. No conocía el libro pero se ve genial y tu reseña es maravillosa, me encanta la forma en que escribes :D

    ¡Saludos!

    PD: Vengo de la iniciativa de Seamos seguidores y ¡ya te sigo! :D Te invito a visitarme y eso o¬o/

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por pasarte por aquí. Espero que te guste. Ya te sigo

      Un saludo

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