Un hotel en ninguna parte de Mónica Gutiérrez Artero |
Resumen
¿Nunca habéis sentido la idea de coger el primer tren que salga de la estación y desaparecer? Emma ha perdido toda su vida en los últimos meses; no le queda ni trabajo, ni pareja, ni casa. Así que no le parece del todo mal empezar a trabajar durante el invierno en El Bosc de les Fades, un precioso hotel perdido del mundanal ruido. Sin conexión móvil a internet, sin cobertura, sin WiFi. Sólo mantiene contacto con el exterior a través de los correos electrónicos que intercambia con una amiga en los que le cuenta su día a día en el hotel.
Pero allí aprenderá que un lugar tan extraordinario puede esconder los secretos más insospechados. Descubrirá que la amistad puede ser sencilla de la mano de una camarera con la que pasar noches de música y dulces, o de un escritor cascarrabias que sólo necesitan que lo escuchen, o de un cocinero que mezcla una maravillas culinarias con escenarios de rock, o de un surfero encantador que sólo buscar divertirse, o de un hombre esquivo que esconde detrás el miedo a que le hagan daño y que se refugia en su jardín encantado. Un hotel encantado y perdido en el que pasar el invierno sin clientes, sin mapas, sin prisas. Sólo disfrutando del día a día, curándose las heridas.
Crítica
Al igual que mi reseña anterior, esta fue una de mis lecturas de vacaciones. Con la mala sensación que me dejó la otra, esta me dejó un muy buen sabor de boca.
Es un libro muy fácil de leer ya que entra dentro de lo que se podría denominar un género epistolar. La narración corre a cargo de los correos electrónicos que nuestra protagonista envía a una amiga de su pasado para narrarle los sucesos que vive en el hotel. Además, también leeremos los emails que los dueños del hotel, Samuel y Tristán, le remiten a su madre con sus problemas y sus preocupaciones. Este intercambio de mensajes consigue que la novela sea más fácil de leer y trasmite la sensación de estar leyendo sus secretos, como si tuviéramos acceso a su diario personal.
Como ya os he contado, Emma, nuestra protagonista es una muchacha a la que han hecho mucho daño y, de la noche a la mañana, ha perdido su pareja, su trabajo y hasta sus amigos. En definitiva, no tiene nadie que le ate a Barcelona por lo que acepta la oferta de trabajo de un hotel perdido adonde no se llega ni con GPS. Allí se encontrará con una serie de personajes muy peculiares con los que tendrá que convivir durante los meses de invierno. Por un lado tendrá a los dueños del hotel, Samuel y Tristán, herederos de un antiguo monasterio benedictino escondido en medio de un bosque mágico, hace unos meses decidieron convertirlo en un hotel rural con encanto pero las tareas administrativas no serán fáciles y no se las tomarán los dos con la misma intensidad. Samuel es el hermano serio y responsable que vive contantemente preocupado por los problemas que van surgiendo a diario en torno al hotel, principalmente, los relacionados con los documentos de propiedad del hotel. Por el contrario, Tristán es el rebelde y encantador hermano pequeño que dedica todos sus ratos libres a hacer surf y a ligar con las turistas que se acercan al pueblo. Todo esto lo vamos viendo a lo largo de los mails que ambos hermabos intercambian con su madre que vive en Inglaterra. Así podemos ver cómo una misma situación cada uno la describe a su manera dándole mayor o menor importancia, dependiendo de sus prioridades en la vida. Además de ellos, Emma estará rodeada de otros peculiares personajes como la camarera y su hija quienes le apoyarán desde el principio, el brillante cocinero que igual te hace una comida de restaurante cinco estrellas que se sube al escenario a tocar una canción de Metallica, un recepcionista antipático e insoportable con el que es mejor no cruzarse y un famoso escritor inglés en horas bajas cuya tristeza le hace imposible concentrarse en escribir nada nuevo.
Aunque sólo he leído dos libros de la autora, una característica común a ambos son las maravillosas descripciones. Ocurre con los personajes a los que vamos conociendo poco a poco a lo largo de la novela pero, con los que conectamos desde el principio por tres sencillos detalles. Y ocurre también con los lugares. En el caso de esta novela, cada rincón parece maravilloso y lleno de magia, desde el propio hotel, con estancias tan sugerentes como la biblioteca, la habitación de Emma o la cocina, hasta los jardines llenos de flores especialmente plantadas y cuidadas para que cumplan su función, pasando por otros lugares tan fascinantes como el bosque o la seductora tienda de té. ¡Lástima que Mirall de Mar y el hotel hayan salido de la imaginación de la autora! Me iría ahora mismo a probar los exquisitivos dulces de Joaquim acompañados de una buena taza de té y la conversación siempre agradable de Mabel mientras fuera truena.
Poco más puedo añadir para convenceros. Un nuevo gustazo de novela de Mónica Gutiérrez Artero con la que disfrutar desde la primera página. Una novela que habla de renacer, de segundas oportunidades, de la búsqueda de la felicidad... siempre con un toque de magia.
Citas
Cuando no tienes nada ni a nadie que te espere allí de dónde vienes la única posibilidad que te queda es seguir siempre hacia delante.
En el infierno, freudiano o no, están todas las personas más interesantes que conozco.
Desde que estoy aquí sigue costándome despertarme. Pero cuando abro los ojos y veo las gruesas vigas del techo, pienso en lo mucho que me gusta sentir el peso de las sábanas sobre mi cuerpo.
Cuando te sientas allí, en plena tormenta, tienes la sensación de estar en medio de la lluvia torrencial pero sin mojarte, cómoda y felizmente calentita.
Seis años es demasiado tiempo con alguien a quien amas, es como volver a aprender a vivir de nuevo.
¿Has vivido alguna vez un momento tan especial, tan único y decisivo que sabía que ese preciso instante cambiaría para siempre toda su vida?
Qué sordos nos volvemos cuando el dolor nos golpea fuerte. Dicen que el amor es ciego pero creo que el desamor es muchísimo peor.
No es fácil vencer al dragón, nunca lo ha sido. Si no, no se escribirían leyendas sobre ello.
La tristeza es un aroma que se lleva incluso tiempo después de haber dejado atrás lo más profundo de sus aguas.
No hay lugar para malos recuerdos en El Bosc de les Fades, los últimos duendes de los llevaron bien lejos para que no encontrasen el camino de regreso.
Ya he cruzado ese desierto y sé que lo he dejado atrás. Y aunque hay días en los que todavía me sorprende el arrepentimiento, la certeza de que nunca volveré a ser feliz como aquellos días de música interminable y ciudades esplendorosas, días siempre dorados a la luz de infinitas copas de champán y ramos de rosas tan rojas, sé que la oportunidad de empezar de nuevo ha sido lo mejor que podría haberme ocurrido.
La consistencia de la memoria es de un tejido tan frágil que me resulta complicado ponerlo en palabras sin emborronarlo todo.
A veces, a los músicos de cámara se nos olvida que la vida no siempre tiene una banda sonora de un Beethoven o de un Berlioz. A veces la vida nos golpea a ritmo de tango, o con la contundencia de un bolero o con la gracia de una ranchera. Y que en la mayoría de las ocasiones su intensidad puede traducirse por entre las líneas de una canción de Metallica, de Rammstein o de los Ramones.
No importa qué clase de música esté sonando, lo importante es que la música da alas al alma.
Llegará un día, o una noche, en la que querrás ponértelos porque pisar las nubes por entre las que camines se merecerá un calzado tan fantástico como lo que estés sintiendo en esos momentos.
Ya tendríamos tiempo de explicarnos, otro día, otra semana, otro año.
Toda la luz del mundo se ha quedado en tus ojos.
Si quieres que algo se haga bien, hazlo tú mismo.
¡Hola guapa!
ResponderEliminarLa verdad es que no he leído nada de esta autora ni había oído hablar de este libro, pero la verdad es que parece un libro super buenrollero, divertido y con un poquito de drama también. Un libro para pasar un buen rato :) De todas las frases que has puesto me quedo con esta, que me ha encantado: "¿Has vivido alguna vez un momento tan especial, tan único y decisivo que sabía que ese preciso instante cambiaría para siempre toda su vida?"
Me alegro mucho de que lo hayas disfrutado tanto. ¡Un beso!
Aida | El primer capítulo
¡Hola Aida!
Eliminar¡Exacto! Es un libro para pasar un buen rato, de los que te dejan un buen sabor de boca. Es verdad que tiene un inicio duro pero consiste básicamente en eso, en salir adelante. Pasa algo similar con el otro, con "El noviembre de Kate", que por culpa de una tormenta de nieve y un programa de radio, la vida de la protagonista cambia radicalmente.
Un abrazo
Muchísimas gracias por tus generosas palabras, Sandra. Esa es la intención de mis historias y personajes, trasladar al lector a un lugar agradable donde nada malo pueda ocurrir. Esa es la magia del feelgood.
ResponderEliminarMe ha hecho mucha ilusión ver tu reseña en Twitter y he venido corriendo a leerla, es que hoy estoy de estreno y me comen los nervios, necesitaba leer tu reseña para sentirme un poquito más segura. Gracias. Un beso
Mónica, muchísimas gracias a ti por este tipo de novelas feelgood en las que cualquiera querría vivir a salvo de este mundo que nos rodea, por esas sensaciones y esos paisajes que transmites con tus palabras.
EliminarMuchísima suerte con la nueva novela y no dudes que acabaré leyendo todas tus obras (sólo me quedan dos).
Un besillo
Ni conocía a la autora... ¡lo tendré en cuenta! ¡Gracias!
ResponderEliminarEspero que te guste si te animas con ella.
EliminarUn abrazo
¡Hola! No conocía a la autora ni tampoco al libro, pero después de leer la reseña lo quiero agregar a mi lista de lectura YA jaja. Y la frase "Toda la luz del mundo se ha quedado en tus ojos." me enamoró.
ResponderEliminarEspero verte por mi blog y si te gusta algo no dudes en seguirme!
https://lashojasdel-sauce.blogspot.com.uy
¡Saludos!
¡Hola!
EliminarYo es el segundo libro que leo de la autora pero soy muy fan desde que empecé con ella. Espero que te guste tanto como a mí.
Muchas gracias por la reseña y ya te sigo.
Un saludo