La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows |
No recuerdo la primera vez que oí hablar de este libro. Probablemente fue hace ya unos cuantos años que alguien me habló de él y me dijo que era un libro precioso, ideal para los amantes de los libros. Seguramente yo me pregunté "¿cómo? ¿con ese título?" Estoy convencida que mi sorpresa también aumentó cuando leí la sinopsis y vi que trataba de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y el periodo posterior en una de las islas que están en el Canal que divide Gran Bretaña y Francia. En su momento, lo apuntaría en la lista de pendientes como otros tantos. En los últimos meses he vuelto a oír hablar de ella porque, en unos meses se estrena su adaptación cinematográfica y, por esta razón, la editorial Salamandra lo ha reeditado. Cual fue mi sorpresa cuando vi que lo tenía disponible en la biblioteca de mi barrio. No pude evitar llevármelo conmigo hasta en las escapadas de fin de semana para intentar descubrir por qué todo el mundo hablaba maravillas de él.
Resumen
Durante la gira que está haciendo por Gran Bretaña para promocionar su nuevo libro, la escritora Juliet Ashton recibe la carta de Dawsey Adams, un desconocido que ha conseguido un libro de Charles Lamb que, hace algún tiempo, perteneció a Juliet. Buscando conocer algo más de este personaje, comienzan un intercambio de cartas que significará para Juliet una vía de escape para su vida gris en Londres.
Gracias a este desconocido, descubrirá la existencia de la sociedad literario y el pastel de piel de patata de Guernsey, cómo surgió y a qué debe su nombre. A través de las historias de Dawsey y sus compañeros de la sociedad literaria, Juliet conocerá a un grupo entrañable de amantes de los libros y se sumergirá en sus historias sobre la ocupación nazi y el dolor que causó en los habitantes de la isla.
Gracias a este desconocido, descubrirá la existencia de la sociedad literario y el pastel de piel de patata de Guernsey, cómo surgió y a qué debe su nombre. A través de las historias de Dawsey y sus compañeros de la sociedad literaria, Juliet conocerá a un grupo entrañable de amantes de los libros y se sumergirá en sus historias sobre la ocupación nazi y el dolor que causó en los habitantes de la isla.
Crítica
Es enero de 1946 y Londres intenta recuperarse poco a poco de la destrucción que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial. Tanto las calles llenas de escombros como sus habitantes emergen entre las sombras para seguir con sus rutinas de antes de la guerra. La escritora Juliet Ashon está de gira por Gran Bretaña para presentar Izzy Bickerstaff va a la guerra, una recopilación de las columnas de humor que publicó durante la guerra. Entre viaje y viaje, vuelve a su casa en Londres y descubre una carta de un tal Dawsey Adams, en la que le cuenta que tiene un viejo libro de Charles Lamb que le perteneció ya que aparecen sus datos personales escritos en él. Ha decidido contactar con ella porque le ha encantado y quiere que le ayude a encontrar más libros del autor o una biografía en la que se cuente como fue su vida.
A partir de esta carta, se inicia un intercambio de correspondencia en el que Juliet descubrirá cómo Dawsey descubrió a Charles Lamb: gracias a la sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey. ¿Qué es? ¿De dónde surgió? ¿A qué debe su extraño nombre? A través de estas cartas, Juliet descubre cómo sufrio la pequeña isla de Guernsey, una de las islas del Canal, con la Ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial y las consecuencias que trajo a sus habitantes. La primera y más original es la creación de la sociedad literaria con una serie de personajes de lo más estrambóticos y, a la vez, entrañables. Con la idea de concoerlos mejor, amplia el carteo con otros miembros del club como la excéntrica Isola Pribby, Amelia Maugery o Eben Ramsey, entre otros muchos. Además de este intercambio epistolar con los habitantes de Guernsey, Juliet continúa con su vida en Londres de la mano su editor Sidney, su amiga Sophie y Mark Reynolds, un admirador que está deseando conocerla.
Tras unos años sin leer novelas epistolares, un género siempre entretenido y fácil de leer, vuelvo a él con este La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey sin saberlo previamente, así que os podéis mi alegría al abrirlo. Sin embargo, tengo que decir que me costó un poco conectar con el libro ya que, al principio, Juliet intercambia cartas con diferentes personajes hablando de su día a día de la gira de promoción del libro y el lector desconoce quiénes son y la relación que tienen con nuestra protagonista. Pese a ello y, aunque nadie los presenta, poco a poco los vamos descubriendo, conociendo y, ¿por qué no decirlo? adorando. Especialmente, los miembros de la sociedad literaria de Guernsey son personajes entrañables a los que es imposible no querer. En cierto modo, me han recordado a los personajes de las novelas de Mónica Gutiérrez, con protagonistas que no son del todo felices con su vida pero se encuentran a unos secundarios que les hacen reflexionar sobre la importancia de las pequeñas cosas casi desde la ternura. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre en las novelas de Mónica, aquí el entorno en el que se encuentran no es el ideal en el que quedarse a vivir. Nos encontramos con una situación de posguerra en la que todos están intentando superar los horrores que han visto y que han sufrido en sus propias carnes. A pesar de todo, ellos tratan de seguir con sus vidas y, en muchos casos, utilizan la literatura y los libros como refugio.
Ese es otro de los aspectos fundamentales de la novela, el homenaje que a la literatura y a los amantes de los libros. En muchas de las cartas que recibe Juliet, observamos que cada miembro de la sociedad tiene un autor fetiche al defenderá a capa y espada en las reuniones y que, en algunos casos, ha descubierto gracias a la sociedad de lectura. Referencias continuas Charles Lamb, las hermanas Brönte, Jane Austen, Séneca, Shakespeare o Catulo, entre otros muchos. Y además, una fiel defensa de la lectura frente a la barbarie que significa la guerra. ¿Qué amante de los libros no cae rendido a sus pies en un metalibro así?
A partir de esta carta, se inicia un intercambio de correspondencia en el que Juliet descubrirá cómo Dawsey descubrió a Charles Lamb: gracias a la sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey. ¿Qué es? ¿De dónde surgió? ¿A qué debe su extraño nombre? A través de estas cartas, Juliet descubre cómo sufrio la pequeña isla de Guernsey, una de las islas del Canal, con la Ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial y las consecuencias que trajo a sus habitantes. La primera y más original es la creación de la sociedad literaria con una serie de personajes de lo más estrambóticos y, a la vez, entrañables. Con la idea de concoerlos mejor, amplia el carteo con otros miembros del club como la excéntrica Isola Pribby, Amelia Maugery o Eben Ramsey, entre otros muchos. Además de este intercambio epistolar con los habitantes de Guernsey, Juliet continúa con su vida en Londres de la mano su editor Sidney, su amiga Sophie y Mark Reynolds, un admirador que está deseando conocerla.
Tras unos años sin leer novelas epistolares, un género siempre entretenido y fácil de leer, vuelvo a él con este La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey sin saberlo previamente, así que os podéis mi alegría al abrirlo. Sin embargo, tengo que decir que me costó un poco conectar con el libro ya que, al principio, Juliet intercambia cartas con diferentes personajes hablando de su día a día de la gira de promoción del libro y el lector desconoce quiénes son y la relación que tienen con nuestra protagonista. Pese a ello y, aunque nadie los presenta, poco a poco los vamos descubriendo, conociendo y, ¿por qué no decirlo? adorando. Especialmente, los miembros de la sociedad literaria de Guernsey son personajes entrañables a los que es imposible no querer. En cierto modo, me han recordado a los personajes de las novelas de Mónica Gutiérrez, con protagonistas que no son del todo felices con su vida pero se encuentran a unos secundarios que les hacen reflexionar sobre la importancia de las pequeñas cosas casi desde la ternura. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre en las novelas de Mónica, aquí el entorno en el que se encuentran no es el ideal en el que quedarse a vivir. Nos encontramos con una situación de posguerra en la que todos están intentando superar los horrores que han visto y que han sufrido en sus propias carnes. A pesar de todo, ellos tratan de seguir con sus vidas y, en muchos casos, utilizan la literatura y los libros como refugio.
Ese es otro de los aspectos fundamentales de la novela, el homenaje que a la literatura y a los amantes de los libros. En muchas de las cartas que recibe Juliet, observamos que cada miembro de la sociedad tiene un autor fetiche al defenderá a capa y espada en las reuniones y que, en algunos casos, ha descubierto gracias a la sociedad de lectura. Referencias continuas Charles Lamb, las hermanas Brönte, Jane Austen, Séneca, Shakespeare o Catulo, entre otros muchos. Y además, una fiel defensa de la lectura frente a la barbarie que significa la guerra. ¿Qué amante de los libros no cae rendido a sus pies en un metalibro así?
Sólo me queda añadir que, en unos meses, se estrenará en España la adaptacion cinematográfica de este maravilloso libro con Lily James como protagonista y secundarios como Penelope Wilton, Jessica Brown Findlay y Matthew Goode, todos ellos, por cierto, fueron compañeros en la serie de época Downton Abbey. Aunque según el tráiler ya me parece que hay algunas diferencias, me muero de ganas de verla.
Citas
No quiero estar casada sólo por estar casada. No hay nada que te haga sentir más sola que pasa el resto de la vida con alguien con quien no se pueda hablar, o peor, con alguien con quien no se pueda estar en silencio.
Quizás hay en los libros algún tipo de instinto secreto que les lleva a sus lectores perfectos. ¡Sería maravilloso que fuera verdad!
Al final, me dije que nunca podría casarme con un hombre cuya idea de felicidad era repetir contra pelotitas y pajaritos.
¿Por qué merezco yo vivir entre flores, cuando todos los demás tienen que contentarse con árboles de ramas peladas y nieve fangosa? No lo sé, pero no sabes cuánto me alegro de que así sea.
Ninguno de nosotros tenía experiencia con clubs de lectura, así que pusimos nuestras propias normas. Nos turnamos para hablar de los libros que habíamos leído. Al principio, intentamos estar tranquilos siendo objetivos, pero esto pronto se acabó, y el propósito de los que hablaban fue incitar a los demás a que leyeran el libro. Cuando dos miembros había leído el mismo libro, podían debatir, cosa que nos encantaba. Leíamos libros, hablábamos de libros, discutíamos sobre libros, y nos fuimos cogiendo cariño unos a otros.
Los hombres son más interesantes en los libros que en la vida real.
Leer buenos libros te impide disfrutar de los malos.
Nos aferramos a los libros y a nuestros amigos; nos recordaban que podíamos desempeñar otro papel.
Creo que se aprende más si lo que lees te hace reír.
Yo soy fiel a Séneca. Llegué a sentir como si me hablara a mí, con su manera divertida en verdad, pero solo a mí. Sus cartas me ayudaron a sentirme vivo durante lo que vino después.
El dolor se ha derramado sobre el mundo como las aguas del diluvio universal, y tardará tiempo de retirarse.
¿Se ha dado cuenta de que cuando conoces a alguien nuevo, el nombre de esa persona te viene la cabeza de repente a todas partes donde vas? Mi amiga Sophie lo llama conciencia, y el reverendo Simpless lo llama voluntad divina. Él cree que si nos importa mucho alguien o algo nuevo, proyectamos una especie de energía al mundo y con ella llegan cosas positivas.
Su fortaleza nunca la abandonó, ni nunca perdió la cabeza, solo vio demasiada crueldad.
Hay muchos hombres que no guardan recuerdos. No quiere recuerdos. Eso no quiere decir nada.
Podríamos habernos añorado el uno al otro y fingir que no nos dábamos cuenta nunca. Esta obsesión por la dignidad puede arruinar tu vida, si le dejas.
Toda mi vida he pensado que la historia se terminaba cuando el héroe la heroína se casaban... después de todo, lo que es suficientemente bueno para Jane Austen debería ser lo suficientemente bueno para cualquiera. Pero eso es mentira. La historia está a punto de empezar, y cada día será una nueva pieza del argumento.
Me encanta esta novela, Sandra, creo que lo he comentado alguna vez en Twitter. Cuando he visto que la reseñabas me he venido corriendo a leerte y me hace mucha ilusión ver que también te has acordado de mí ;-) Por culpa de esta novela decidí publicar "Un hotel en ninguna parte", yo quería hacer feelgood, deseaba darle al lector algo amable en malos tiempos. Esta novela es puro feelgood, es capaz de trasmitir ternura, amabilidad, esperanza y felicidad pese a la devastación de la guerra y a todo lo que sufrió la población civil británica durante la IIGM. Es un homenaje a la idea inicial del feelgood: la buena Inglaterra sobreviviría en cada taza de té, en cada novela, en el recodo de su campiña, pese a la destrucción. Me encanta y me alegro un montón que te hayas animado con ella. Me da un poquito de miedo ir a ver la peli pero, como tú dices, también me muero de ganas. Un besote.
ResponderEliminarHola Mónica:
Eliminarestaba convencida de que te había oído (más bien, leído) hablar de ella en algún lado pero como no encontré ningún enlace en el blog, no pude ponerlo.
Sabía que me recordaba a alguna novela tuya pero no identifiqué cual. Es cierto que se parece a Un hotel en ninguna parte en el género epistoral pero no es sólo eso. Es las buenas sensaciones que transmite, esa idea del feel good como método para sobrevivir, porque se puede sobrevivir a lo peor con una taza de té, un libro y buena compañía.
Un besote fuerte
He saltado por encima porque la compré en la feria de este año, en una nueva edición de Salamandra.
ResponderEliminarYa comentaremos.
Besos.
En cuanto la leas, comentamos ;_)
EliminarUn beso
Los títulos extraños siempre me llaman mucho la atención. ¡Gracias por la reseña! Me lo apunté para una próxima lectura, y es que la segunda guerra mundial y amantes de los libros en un mismo condimento, crean una trama genial y que se ve ya muy entretenida.
ResponderEliminar¡Saludos!
Sí! Es muy entretenida, te gustará. Y en cuanto a títulos extraños, reconozco que me costó bastante aprendérmelo, hasta que llevaba medio libro, no lo conseguí.
EliminarUn beso
¡Hola!
ResponderEliminarNo me sonaba de nada el libro, pero este año tuve muy buena experiencia con la novela epistolar, en concreto con Las amistades peligrosas, y no me importaría repetir jaja Además, eso de que se respire el amor por la lectura y por la literatura me encanta :D
¡besos!
Irene, si estás acostumbrada a las novelas epistolares, te gustará. Es muy fácil de leer y tramiste muuucho amor por la literatura.
EliminarUn beso
Hola Sandra! Qué buena pinta tiene esta novela, no la conocía. Sin duda la apunto para mi larga lista de pendientes, este tipo de libros suelen gustarme bastante-
ResponderEliminarGracias por la reseña tan completa, un beso!
¡Hola Marta!
EliminarOtra más para engrosar esa larga lista, jaja. En mi lista de pendientes, esta novela estuvo mucho tiempo, así que espero que le des una oportunidad antes de lo que lo hice yo. Merece la pena.
Un beso
Hoola!
ResponderEliminarNo sabía que habría adaptación al cine, me la imagino una peli muy entrañable igual que el libro, espero que ande a la altura.
Leí la novela hace muchos muchos años, la verdad es que la escogí al azar en la biblioteca por su portada, xD así que no sabía con lo que me iba a encontrar y tengo el recuerdo de sus personajes bien majetes.
Un saludo^^
¡Hola María!
EliminarA mí me da miedo que la película no esté a la altura porque tengo muy presente aún el libro y, con que haya la mínima diferencia, me va a resultar extraño, y por lo que veo en el trailer, hay unas cuantas. Con el cariño que les he cogido yo a estos personajes y a esta historia...
Un beso
Tengo esta novela en mi lista de pendientes desde hace mucho. Me gusta el tema y que sea epistolar aún más!
ResponderEliminarNo sabía que venía película en camino así que voy a intentar leerla cuanto antes.
Un saludo!
Qué ganas de leerlo!!! Lo he visto mucho por bookstagram y reconozco que su título me desconcertaba. Pero la sinopsis me llama muchísimo y lo que cuentas solo ha hecho que aumente mis ganas de hacerme con él, pero tengo tantos en pendiente que me tengo que controlar jajaja nada más que me ponga al día con los que ya tengo, sin duda este será de los próximos en comprarme si no lo veo en la biblioteca antes. Gracias por la reseña y me alegro que lo hayas disfrutado 📖👌🏻❤
ResponderEliminarUn libro que no me canso de recomendar una y otra vez... Todo un descubrimiento que se ha convertido en una de mis mejores lecturas del año. Estoy deseando ver la película el próximo 26 de octubre...
ResponderEliminarQué injusto me parece que Mary Ann no pudiera disfrutar del éxito que cosechó cuando se publicó ..
Un saludo bien fuerte !!
Lo he descubierto a raíz del confinamiento que hubo durante la aciaga época de la pandémia que asoló nuestro planeta sllá por el 2020. No se podia ir a comprar a las librerias los libros, pero si ir a por pizzas o a por cognac. En la zona de Cataluña donde vivia, los pobres libreros ofrecian la posibilad de encargar un libro de entre un limitado catálogo y así podian ingresar ese dinero anticipadamente para no tener que cerrar, imaginariamente, la persiana. O sea que solo pude leerlo muchas semanas después, cuando Fernando Simón nos permitió alimentarnos, también, literariamente.
ResponderEliminarEn todo caso, lo elegí porque de algo me sonaba el estrafalario título, sin poder tampoco situarlo exactamente. No he tenido mucho contacto con el género epistolar pero una vez vencido el inicial desconcierto, por el cruce de destinatarios, me fuí situando y disfrutando de una lectura deliciosa: hubiera leído 200 páginas mas sin titubear aunque reconozco que me dolió lo de...
" Los hombres son más interesantes en los libros que en la vida real."
Una lectura fantástica. El género epistolar me suele gustar, más todavía cuando es tan fresco y la historia que nos cuenta es tan entretenida. El amor a los libros que transmite hace que me arrepienta de no haberlo leído antes. Me lo han recomendado en varias ocasiones. Seguramente este era el momento adecuado para mí.
ResponderEliminarLa película no la he visto y creo que no la veré, es difícil que sea capaz de transmitir tanto como el libro, mi propia versión del libro. Un abrazo.
Hola… me encantó tu reseña. Parece un libro hermoso, ya con muchas más ganas de leerlo. ¡Saludos!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reseña. Gracias.
ResponderEliminarEl libro es delicioso. Lo he empezado esta semana y ya casi estoy acabándolo con mucha pena.
Justo acababa de leer 84 Charing Cross Road, con el que coincide en la forma epistolar y la experiencia de la IIGM.
También muy recomendable.