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Cuentos de Navidad de Charles Dickens

Última reseña de temas navideños, I promise. Pero necesitaba hablaros, aunque sea sólo unas líneas de este clásico de Dickens que he podido leer gracias al sorteo de María de Mi vida en blanco. Nunca había leído nada de Charles Dickens y reconozco que me daba bastante "respeto" acercarme a un clásico de este estilo. Pero, por otra parte, también tenía ganas de probar su estilo y descubrir qué me parecía. Y esta era la ocasión perfecta.

Resumen

Cuentos de Navidad de Charles Dickens
Cuentos de Navidad de Charles Dickens
La identificación de Dickens (1812-1870) con la Navidad es tal que en alguna ocasión se ha llegado a decir que Dickens inventó la Navidad tal y 
como la imaginamos hoy, e incluso que Dickens es la Navidad.

El presente volumen reúne diez de las mejores historias navideñas que nos dejó. La mayoría son relatos puramente dickensianos, para leer o escuchar al amor de la chimenea: cementerios lúgubres, colegios pobres, la vida del Londres victoriano y algunas sorprendentes aventuras en mares atestados de piratas. Junto a ellos reproducimos algunos relatos más íntimos y personales, meditaciones y reflexiones sentimentales sobre la Navidad y lo que significaba para el gran narrador inglés del siglo XIX.

Crítica

En esta ocasión, la editorial Espasa Clásicos ha realizado una selección de narraciones que Charles Dickens publicó como especiales de Navidad. Entre estos relatos encontramos como La historia de los duendes que se llevaron a un sacristán, La historia del pariente pobre, Los siete vagabundos o El naufragio de la Golden Mary. Además, en una segunda parte se recogen cuatro artículos más breves de la primera época del autor, con un toque más intimista y más personal entre los que están Un árbol de Navidad, La historia del niño, La historia de Nadie y El significado de la Navidad cuando envejecemos

Como os decía arriba, la oportunidad de este libro llegó gracias al sorteo de María de Mi vida en blanco. Y ante la ocasión de poder leer un clásico como Dickens en épocas navideñas, ¿quién puede negarse? Sin embargo, tengo que confesar que no soy muy lectora en estas fechas. Probablemente ya os lo haya comentado en alguna otra ocasión pero a mí, en cuanto me sacas de mi rutina y mis horarios, me cuesta mucho encontrar un momento para leer. Y eso me ha pasado con este libro, que lo he leído en ratos sueltos no demasiado largos ni continuos y me ha costado mucho meterme en él.

Quizás también haya influido en esta poca conexión el que se trate de un libro de relatos, cuentos y artículos en el que no existe ningún tema común (lo de la Navidad se cumple en unos sí y en otros no tanto). Por lo que, simplemente por temas de preferencias personales, unos cuentos me han gustado más que otros. Por encima del resto, recalcaría los últimos relatos, denominados por la edición como artículos del autor, pero son más bien pequeños relatos en torno, esta vez sí, a la Navidad pero con un trasfondo más sentimental en el que se tocan temas sobre la Navidad de la infancia o los valores sociales.

En lo que se refiere a la temática, abundan los temas de piratas, naufragios, cementerios lúgubres y huérfanos en colegios pobres. Para mi gusto, tiene muy poco de Navidad y demasiado de piratas, islas perdidas y guerras. Pero alguno de los relatos me ha sorprendido gratamente, especialmente el de los duendes y los artículos finales en los que se nota una sensibilidad y una espiritualidad que rebosan actualidad. Pueden gustar más o menos como temas pero nadie puede negar que algunos temas están a la orden del día.

En resumen, aunque no he llegado a conectar del todo con él, es una recopilación de relatos clásicos más o menos relacionados con la Navidad en la que podemos encontrar desde grandes aventuras de piratas a maravillosas reflexiones sobre el espíritu.

Calificación

Citas

El sol brillaba en lo alto de un cielo azul y despejado, el agua centelleaba bajo sus rayos y los árboles parecían más verdes y las flores más alegres bajo su benéfica influencia. El agua corría rizándose con plácido murmullo, los árboles susurraban con la ligera brisa que rozaba sus hojas, los pájaros que cantaban sobre los arbustos y la alondra trinaba lo alto, saludando a la mañana. Sí, era la mañana, la espléndida y embalsamada mañana estival; las hojas más diminutas, la más tenue brizna de hierba, palpitaban con el instinto de la vida. La hormiga se arrastraba en su afanosa labor cotidiana; la mariposa revoloteaba y se desperezaba en los cálidos rayos del sol; miríadas de insectos extendían sus alas transparentes y festejaban su dichosa y fugaz existencia. Avanzaba el hombre en su camino, exaltado por el espectáculo, y todo era brillo y esplendor.
A la hermosa vida de un plácido crepúsculo otoñal, a la vida tranquila una habitación silenciosa, con un enorme ventanal abierto; más allá, una terraza donde se movían las hojas y las flores perfumaban el aire; y aún más allá, cielo limpio, con el sol radiante, arrojando rayos dorados sobre su cama
La música y las historias, dos de los grandes dones que la Providencia entregó la Humanidad, podrían entusiasmarnos incluso cuando todo estuviera perdido.
¡En los tiempos de peligro y en presencia de la muerte, qué gran cosa es la sonrisa entre dos rostros que se contemplan! [...] he oído comentar que los grandes barcos modernos recibirían órdenes por medio del telégrafo. Admiro la mecánica tanto como cualquier hombre, y le estoy tan agradecido como cualquier hombre que por todo lo que hace por nosotros. Pero nunca habrá un sustituto para un rostro humano, con un alma en su interior, animando a otro a ser valiente y leal. Nunca intentéis fabricar un rostro humano. Se os caerá de las manos como el agua.
No podemos vivir sana y decentemente hasta que aquellos que se comprometieron a dirigirnos no nos proporcionen los medios. No podremos tener una educación hasta que no nos enseñen; no podremos divertirnos razonablemente hasta que ellos no nos procuren diversiones; no podremos tener sino falsos dioses en nuestros hogares mientras ellos ensalcen a muchos de los suyos en todos los lugares públicos. Las malas consecuencias de una educación imperfecta, las malas consecuencias de una negligencia peligrosa, las malas consecuencias inhumanas privaciones y la negación de cualquier disfrute humano, todas, procederán de nosotros y ninguna se saciará solo con nosotros.

Comentarios

  1. ¡Hola! Leí hace poco en un libro de curiosidades literarias que el autor era un gran cuentacuentos, y que llenaba establecimientos enteros leyendo sus historias a los niños (y no tan niños). Sería genial poder escuchar alguno de sus relatos de su propia boca, ¿verdad?
    ¡Gracias por tu reseña!
    Un besito.

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  2. Hola!

    Coincido con tu reseña. Suelo leer alguno de sus relatos en Navidad, aunque no todos sean "navideños" precisamente, pero este año no lo he cogido y ha sido un poco raro jeje, a diferencia tuya suelo leer mucho en navidad, es como que ... me permito más tiempo por ser una época especial jajaja (una excusa para leer más sin fundamento real xD). El tema relatos es lo que tiene, no todos nos llenan igual... También tengo esa edición, me parece muy bonita y elegante. Un saludito!!

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  3. Entiendo perfectamente tu sensación, yo tampoco leo relatos a menudo pero de vez en cuando me apetecen y me cuesta mucho disfrutarlos tanto como una novela. De hecho, el año pasado leí varios relatos de Elisabet Gaskell que no me aportaron mucho y sin embargo "Norte y sur" me encantó.

    Con los relatos te haces una idea del estilo del autor pero tampoco son para tirar cohetes jajaja Dickens me apetece y los relatos serán una buena forma de conocerlo, pero preveo que me pasará como a ti.

    Besitos

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  4. Hola. Yo disfruto los relatos, aunque no es lo que más leo. Este libro es uno de mis eternos pendientes, y me pasa como a ti que me sacan de mi rutina y no puedo disfrutar mis lecturas como a mi me gusta.

    Besos y feliz semana.

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  5. Que curioso es, está super genial gracias por tu post y tu lindo blog.
    Saludos.

    -SALUDOS, GEEKY FREAKY.

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  6. ¡Holaaa!

    Siempre digo que voy a leer este libro un año u otro y al final nunca lo hago!! y eso que sí que soy temática y en navidad, por ejemplo, me gusta leer libros de navidad xD

    ¡besos!

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  7. ¡Hola!
    Tengo una versión de sus obras desde que era muy pequeña y aunque algunos me encantan otros la verdad es que no me dicen nada (o de hecho me parecen algo turbios).
    Gracias por la reseña :)
    Besos desde A través de un libro

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  8. Hola, coincido totalmente con lo que dices. No tengo esta edición en concreto, pero he leído varios relatos de Dickens. No suelo conectar con ellos y no me termino de meter en la historia, pero algunos no están mal.

    Besos

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  9. A mí no me gustó nada; ni conecté, ni me llenó, ni me entretuvo ni nada de nada.
    Besos.

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