Invisibles de Graziella Moreno

Invisibles de Graziella Moreno

Mi última lectura la descubrí gracias a Masa Crítica de Babelio. Siempre me suele resultar muy difícil elegir entre su selección de libros a reseñar pero, en esta ocasión, lo tuve claro casi desde el principio. Aunque no conocía de nada el libro ni la autora, sólo con leer su argumento de intriga, desapariciones y muertes y ver que estaba ambientada en Barcelona, ya me dieron ganas de leerla.

Resumen

Barcelona. La noche del 25 de octubre de 1992, la vida de Miguel Montero, un chico de doce años, cambiará para siempre. Veintiséis años después, las heridas siguen abiertas porque el pasado nos convierte en lo que somos. Barcelona. Primavera del 2018. Sara, Simón y Pablo, con muchos motivos para no mirar hacia atrás y muy pocos para seguir adelante, recorrerán la ciudad en busca de respuestas a las inexplicables desapariciones de mujeres que nada tienen en común; ni la edad, ni la profesión, ni siquiera sus trayectorias vitales coinciden, hermanadas sin embargo, en un trágico destino. Sara, una policía expedientada, a la espera de conocer su sanción, encontrará en esta búsqueda un motivo para probarse a sí misma, pero ello conllevará consecuencias: descubrir una realidad terrible que se esconde a la vista de todos. 

Porque hay personas a las que nadie echa de menos, a las que nadie busca y que, allí donde estén, esperan ser halladas. Basada en hechos reales, los protagonistas de esta historia deberán asumir sus vidas para poder encarar el presente, porque la verdad es incómoda, y la mayoría preferimos mirar hacia otro lado, aunque eso no nos garantiza que deje de existir. En el 2017, figuraban en el sistema de Personas Desaparecidas y Restos Humanos sin identificar un total de 6.053 personas. A mediados del 2018, ya se había superado esa cifra. Una media de 38 al día.

Crítica

Más allá de las noticias mediáticas que nos informan de ello en contadas ocasiones, ¿cuántas personas desaparecen al día y no nos enteramos? ¿A cuántas conocemos sólo de vista y echamos de menos en nuestras rutinas pero no nos atrevemos a investigar más? ¿Cuántas de ellas son mujeres, siempre el eslabón más perjudicado de nuestra sociedad? Esta es la base sobre la que se sustenta Invisibles.

Sara es una policía que no pasa por su mejor momento. Tras un incidente, ha sido traslada de comisaría y está siendo investigada por Asuntos Internos para averiguar si va a ser o no expedientada. Mientras, la tienen relegada a tareas de administración y otros papeleos. A la vez, comparte piso con su hermano Simón BIBLIOTECARIO de profesión (quizá no sea relevante para la trama pero a mí este detalle me dejó maravillada). Trabaja en una biblioteca a la que no acude demasiado público pero con usuarios fijos con los que establece cierta relación de confianza. Tanto Sara como Simón arrastran unos traumas importantes de infancia que se incentivan cuando se dan cuenta que están empezando a desaparecer mujeres en su entorno, sin que, aparentemente tengan nada en común. Sus historias se entrelazarán con las de otros personajes que irán ganando en importancia y tejerán una historia con muchos hilos en la que iremos descubriendo la verdad con cuentagotas.

Estamos acostumbrados a ver cada día noticias de desapariciones en telediarios o periódicos y, en los últimos tiempos, también en redes sociales y hasta en Whatsapp. Habitualmente, suelen ser niños, personas mayores, adolescentes... pero ¿sabéis la cantidad de adultos que desaparecen sin que nadie se preocupe por ellos o pongan una denuncia? A veces, porque están solos, otras por problemas familiares o incluso, porque muchas veces se cree que desaparecen por voluntariamente. La trama principal de la novela nos hace reflexionar sobre este drama, incidiendo especialmente en el caso de las mujeres desaparecidas, siempre más vulnerables y más invisibles. 

Otro tema interesante y que me ha hecho reflexionar mucho que ha salido a colación varias veces en mi entorno en los últimos días es la idea de ¿quién es el culpable cuando se comete una injusticia o delito? ¿El responsable y cerebro de la idea? ¿El que lo lleva a cabo por falta de escrúpulos y necesidad de dinero y que se escuda en el "sólo cumplo órdenes"? Os dejo reflexionar sobre ello, pero para mí tienen tanta culpa unos como otros. 

Como podéis observar, para mí este libro ha ido mucho más allá de una simple novela policíaca. Con temas muy potentes y de plena actualidad, la escritora y también jueza Graziella Moreno consigue que el lector se meta en la historia y acompañe a Sara, Simón y Pablo en su búsqueda de la verdad; que se sienta Miguel, sienta su ansiedad o dude de su cordura.

Sólo pondría una pega y es que cuando los personajes hablen en otro idioma como el catalán, no lo traducen. A mí no me ha costado especialmente entender el significado pero es una tendencia que no es la primera vez que lo veo. Me parece maravilloso que los personajes hablen varias lenguas pero no cuesta nada poner una nota al pie con la traducción. Y hasta aquí mi única pega al libro. 

Invisibles ha sido un gran descubrimiento que va más allá de la típica novela negra. Aunque es cierto que toma algunos de los estereotipos habituales en el género (lo del policía con problemas personales no falla nunca), consigue ser un soplo de aire fresco en la actual situación editorial española.

Calificación

Citas

El día que no lloramos es porque nuestro corazón se ha endurecido

Hay monstruos humanos en todas partes

El pasado no va a volver. Te lo digo yo, que lo sé bien. Hay que mirar siempre hacia delante

Siempre haces lo mismo, escalas, te escondes, huyes de la gente que te quiere. ¿Por qué? ¿Tienes a que te hagan daño? Pues te equivocas, no puedes vivir en una burbuja, sin tocar a nadie, y salir corriendo cuando se acercan demasiado a ti. Eso es una mierda de vida. Tienes que dejar el pasado atrás.

No sé por qué coño quise ser policía, pero lo soy. No es necesario darle más vueltas. Quiero seguir haciendo mi trabajo, sentirme útil, que sirvo para algo. Parece que no sepas lo que pasa en la calle; aquí, sentada en esa silla, todo es muy sencillo, dos y dos son cuatro, ¿no? Y una mierda. ¿Sabes que hay mucha gente de la que nadie se preocupa? ¿Que son invisibles? ¿Que no interesa si están vivos o muertos, o peor aún, que ni siquiera se los echa de menos?

Eso es lo peor que puede pasarte en la vida. Esas cinco mujeres tenían una vida, más o menos corriente, ni mejor ni peor que el resto. Quizá no estaban destinadas a cambiar el mundo, ni a ser recordadas durante generaciones. Pero no se merecían acabar en manos de los hijos de pura que, si sus sospechas son ciertas, están enriqueciéndose con sus cuerpos, en sentido literal.

No va a abandonar ahora. Siempre ha tenido claro que si bajas los brazos, los hijos de puta ganan. Y que hay demasiados como para quedarse quieta.

No vale la pena obsesionarse por algo que no podemos cambiar. Nada sirve vivir anclado en el pasado, solo trae parálisis y dolor