El paciente de Juan Gómez-Jurado |
En resumidas cuentas, este El paciente es la cuarta novela suya que he leído y tengo claro que no será la última. Y hasta que llegue el ansiado momento en que publique una nueva novela (por Dios, Juan, necesito nuevo material que acabe con mis dudas y mis teorías y conjeturas), me dedicaré a revisar las ya publicadas.
Resumen
El prestigioso neurocirujano David Evans se enfrenta a una terrible encrucijada: si su próximo paciente sale vivo de la mesa de operaciones, su pequeña hija Julia morirá a manos de un psicópata. Para el Dr. Evans se inicia una desesperada cuenta atrás cuando descubre que el paciente que debe morir para que su hija viva no es otro que el presidente de Estados Unidos.
Con su habitual maestría en la literatura de intriga, Juan Gómez-Jurado atrapa irremediablemente al lector. Una novela apasionante y emotiva que se desarrolla en 63 frenéticas horas, que no da respiro en su lectura y que plantea un dilema moral imposible que puede cambiar el curso de la Historia.
Crítica
La historia arranca fuerte. En las primeras páginas conocemos a Dave, un prestigioso neurocirujano que se desvive por su trabajo. Tras la reciente muerte de su mujer, las pocas horas que pasa fuera del hospital las dedica a su hija Julia. Mientras, la pequeña está a cargo de Svetlana, una joven estudiante universitaria. Por eso, la mundo se desmorona cuando, al llegar a casa, descubre que ambas han desaparecido. Instintivamente trata de buscar una razón coherente por la que Svetlana se puede haber llevado a su hija. Sin embargo, la historia se complica cuando un misterioso hombre, el señor White, se pone en contacto con él para informarle de que él tiene secuestrada a su hija y se la devolverá siempre que su siguiente paciente muera en quirófano. Pero el siguiente no será un paciente común, el chantaje es de altura porque el que debe morir es el presidente de Estados Unidos. Desde ese momento, el resto de la novela se convierte en una carrera contrarreloj para salvar a Julia.
Como muy bien declara en el propio protagonista en las primeras páginas, Dave no se considera un terrorista ni un asesino, es sólo un padre que haría cualquier cosa por salvar la vida de su hija. Más si cabe, cuando ha perdido hace pocos meses a su mujer y la pequeña es su única familia ya que ha perdido prácticamente el contacto con su familia política y él, también ha perdido a la suya. Con una frialdad que se instaló en él cuando perdió a su mujer Rachel, luchará con uñas y dientes para que su niña sobreviva ante los chantajes del señor White.
Ahh, el señor White, ese gran villano. ¿Cómo hablar de él sin desvelar demasiado? Realmente, él podría decir que es un intermediario y que sólo cumple órdenes pero es imposible ocultar que destila maldad por los cuatro costados. Es un psicópata de manual, de los que carecen de empatía y se mueven por impulsos pero que se ocultan bajo la fachada de un ciudadano normal más. Además del señor White, conforme vas avanzando aparecen otros personajes muy importantes para el desarrollo de la trama, algunos muy inspirados en hechos reales (es imposible borrar de la mente la imagen del presidente de Estados Unidos y de la Primera Dama. Sin embargo, y sin querer desvelar más, mi favorita ha sido Kate, una mujer fuerte, valiente e inteligente que tendrá que elegir entre lo que su cabeza le dice que debe hacer y lo que siente su corazón.
Gran parte de la historia está narrada por Dave en primera persona, aunque en ocasiones se intercalan capítulos dedicados a otros personajes como el señor White. Como ya es habitual en los libros de Juan Gómez-Jurado son capítulos cortos y adictivos en los que siempre te quedas con ganas de leer más. Aunque en esta ocasión reconozco que ha habido capítulos y partes que se han echo más lentas. En ocasiones da la sensación de que retuerce la trama hasta puntos insospechados para mantener al lector intrigado cuando este sólo quiere que avance y saber qué ocurre al final. Dicho esto, también tengo que añadir que las que últimas setenta páginas las leí casi del tirón, no podía parar de leer y me quedé con ganas de más (¿para cuándo una nueva novela de Juan Gómez-Jurado?) Por cierto, he leído en alguna parte que se prepara una adaptación cinematográfica, estoy deseando verla. Mientras, seguro que en los próximos meses me animaré con alguna otra de las antiguas como La leyenda del ladrón.
El paciente es un thriller adictivo que te atrapa desde la primera página y según va avanzando la historia, necesitas saber más y más de cómo continúa. Aunque no lo quieras, vivirás en primera persona qué se siente cuándo desaparece tu hija y percibirás la tensión en cada página.
Citas
No soy un santo, ni un mártir, ni un terrorista, ni un loco, ni un asesino. Los nombres por los que creen conocerme están equivocados. Soy un padre
Los límites de los seres humanos son imperfectos: sienten en su propio cuerpo el reflejo de las emociones de otras personas, ven sus emociones afectadas por las de otros. Viven sus vidas conectados a los demás por una especie de vasos comunicantes de sentimientos.
Sé lo que significa tener encima de los hombros una carga mayor de la que se puede soportar.
Una de las primeras cosas que aprendí como médico es que hay muchas más formas de dañar a las personas que de ayudarlas. Por triste y cínico que suene, hay menos posibilidades de equivocarse no haciendo nada.
En el trasfondo de aquel proceso existía el secreto deseo de comprender su propia naturaleza. Él era un monstruo, y lo sabía. Y como todos los monstruos era otra de su propia soledad, una soledad particular. Si conseguía dominar las emociones y la empatía de otros, podría tal vez entender aquellas que le faltaban ese gran hueco en el centro de su corazón que sólo llenaba con vanidad, consiguiendo un logro tras otro.
En el mundo existen millones de personas con talento que viven sus vidas en silenciosa desesperación, atrapados en oficios de mierda. ¿Por qué unos van en metro y otros en su avión privado? Es una cuestión de carácter. De querer realmente lo que deseamos
No se fue sin luchar, simplemente luchó de una forma distinta.
Casi siempre duele cuando haces lo correcto [...] Cuando hacer lo correcto causa daño, quizás haya que buscar otro camino.
La gente piensa demasiado. Siempre consideran un montón de escenarios diferentes, dentro de diez años, dentro de veinte años, el cielo, el infierno, las consecuencias [...]. Pero lo importante, lo real es el aquí. El ahora. El instante preciso. No hay nada más, no existe ningún instante más allá del ahora mismo.
Es infinitamente más difícil descomponerse que hundirse.
Sabes que la muerte llega a todos, y eso es aceptable. Y también sabes lo difícil que es vivir con la culpa de no haber evitado lo evitable. Lo inaceptable es el remordimiento, una copa amarga que se bebe día a día.
Totalmente de acuerdo contigo, esperemos que Juan no tarde mucho en publicar la continuación de Reina Roja.
ResponderEliminarBesos
Ya sabes que lo leí hace tiempo pero que tengo un gran recuerdo de él, si no hubiese sido así no os habría presionado para leerlo jajaja
ResponderEliminarYo también espero que Juan vuelva con otra historia pronto para resolver tus dudas y las que me creaste a mí con el audio jajaja
besotes
A mí me pareció entretenido pero poco más sin embargo su último libro "Reina roja" me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarBesos
Qué ganas de tener Reina Roja y descubrir a este autor... y si no es con esa, con otra, porque aunque sí que suelo leer que la que más gusta del autor es su última publicada, de las otras no se habla nada mal tampoco. Él mismo reconoce que su mejor obra es Reina Roja, o al menos eso me pareció entenderle en una comunicación que vi. En fin, sea como sea, es un autor que tengo muchas ganas de conocer por mí misma y crearme una visión propia de su estilo.
ResponderEliminarUn abrazo!
¡Hola guapa! Coincido mucho con tus impresiones, aunque por lo que fuimos comentando ya sabía que lo haríamos :) La parte final también la leí de una sentada porque ya es imposible soltarlo, necesitas conocer cómo se resolverá todo. Y sin duda es una novela que te obliga a plantearte qué harías en una situación similar, dónde están los límites de cada uno, de lo moral, de lo correcto... creo que es verosimil y con un "villano" brillante, aunque también coincido en que por momentos daba la impresión de querer liar demasiado la historia en lugar de avanzar, que es lo que te apetece, respuestas. Encanta de haber podido compartir esta lectura con vosotras y convencida de que seguiré con las novelas de Juan Gomez Jurado, porque llevo dos leídas y dos devoradas.
ResponderEliminar¡¡Un besazo!!
Me gustó mucho esta novela, creo que fue con la que conocí a Juan y ya nunca he podido dejar de leer nada suyo, espero que no tarde en publicar de nuevo porque este hombre crea adicción.
ResponderEliminarHola. Yo tengo la novela sin leer, me pasó que compré Reina roja y no me gusto por no creerme el método policial y por la falta de respeto que encontré al comienzo burlándose de una comunidad autónoma. En fin, que abandoné la lectura y creo que no voy a leer a este escritor de momento por caerme un poquito mal. Pero me alegra que a ti y a muchos de vosotros os guste.
ResponderEliminarBesos.
¡Hola Sandra!
ResponderEliminarJuro y perjuro que no os liaré más y que sino cumplo mardisión para mí. En realidad ya podría fangirlear porque me queda relativamente poco, pero lo poco que me queda es lo importante xD
Lo cierto es que me he querido animar a leer la reseña porque sabía que no ibas a desvelar más de lo justo y lo necesario, en eso Juan y tú sois como dos gotas de agua jajajaja. Yo también necesito que publique ya el próximo libro porque me come por dentro no poder seguir con Jon y Antonia, ya sabes el dúo salvavidas ;)
A mí en particular, como os comenté, hay muchas partes que se me están haciendo más largas que un día sin pan (como diría mi abuela). No obstante, si que es verdad que cuando llegas a los capítulos en los que interviene Kate se van haciendo más animados, y no sabes lo que los agradezco. La cuenta atrás para que Julia vuelva sana y salva con su padre es como una carrera entre el Coyote y el Correcaminos. Parece que Juan nos va a regalar un desenlace, pero sigue y sigue hasta que la consigue. El recurso cliffhanger se le da a las mil maravillas, aunque no te voy a engañar me parecía más atractivo en «Reina Roja», ahí lo veía más resuelto aquí está, claramente, mareando la perdiz. Y sí, White es de la peor calaña. Aparentemente un hombre de negocios, pero en cuanto te das la vuelta es un criminal frívolo y despiadado que no da puntada sin hilo. Se las ingenia a las mil maravillas para poner a Dave entre la espada y la pared, ¡quiero saber cómo se las ingenia para salir de este marrón en el que le ha incluido sin comerlo ni beberlo! Desde luego el residente de los Estados Unidos estaría en las mejores manos de no ser que su hija no estuviese retenida.
Esperemos que no se demore mucho la publicación de su próxima novela.
¡Un besín guapa!
Etérea