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Lo mejor de ir es volver de Albert Espinosa

 Lo mejor de ir es volver de Albert Espinosa
Lo mejor de ir es volver de Albert Espinosa
¿Cuántas veces habré leído yo a Albert Espinosa? Hace años, me volví una habitual de sus textos, devoré sus primeros libros, me acompañaron en mis años de universidad, en mis bajas laborales... Sin embargo, como ocurre en esta vida, todo en exceso acaba cansando y llegó un momento en el que todos sus textos me parecían similares así que me tomé un tiempo. Hace unas semanas, me regalaron su último libro, este Lo mejor de ir es volver y me daba miedo acercarme a él, ¿y si me volvía a decepcionar? Así que he vuelto a él sin expectativas, sin saber casi ni de qué trataba el libro, con la mente abierta a disfrutarlo. 

Resumen

Albert Espinosa vuelve con una bella historia sobre los recuerdos, el perdón y el amor que transcurre el 23 de abril, el día del libro y las rosas, entre la ciudad de Barcelona y las islas de Ischia y Menorca.

Crítica

Con los pocos datos que da el resumen de la editorial, no me gustaría ser yo la que destripa la trama al completo de la novela. Pero, como es muy difícil hablar de un libro sin decir absolutamente nada de él, voy a dar cuatro datos puntuales para que os hagáis una idea de qué trata. 

Nos situamos en un mundo futuro, en un 23 de abril de 2071 en el que Rosana cumple 100 años. Por ello, la sociedad la premia con el llamado karma artificial pero tendréis que leerlo para saber en qué consiste esta recompensa. Antes de conseguirlo, decide escribir un diario en primera persona en el que cuenta cómo se siente con la experiencia mezclado con los recuerdos de su infancia.

En esta sociedad del futuro, los robots han ganado terreno y se encargan de hacer todas las tareas rutinarias y habituales. La gente ya no escriben, ni leen, ni cocinan ni hacen la compra, de todo se encargan los robots que sirven a los humanos. Una sociedad desnaturalizada en la que la comunicación entre las personas es nula y la privacidad ha ganado la partida a la empatía y la cercanía.

En sus páginas, Albert nos hace reflexionar sobre hacia dónde va nuestra sociedad, en la que cada día damos menos importancia al camino y más a lograr el fin lo más rápido posible y sin sentimientos. No parece tan lejano el día en el que la gente confíe en los robots su día a día y deje de disfrutar de los pequeños placeres que nos hacen humanos como pasear o disfrutar del sonido de las olas. Nos estamos convirtiendo en máquinas que actúan sin sensibilidad, sólo porque es lo que hay que hacer o es lo que impone la sociedad o lo que nos mandan. Cada día utilizamos menos el corazón y más la cabeza (y en esto me incluyo, desgraciadamente).

Poco más puedo contaros sin desvelar la trama, más allá de decir que Rosana es una de las pocas personas que quedan en ese mundo que creen en el valor de los sentimientos, las historias y la literatura curativa. Una vez más, Albert Espinosa vuelve con su característica prosa para enseñarnos a reflexionar, a valorar cada día y cada momento que vivimos al lado de los que queremos, aunque sin olvidar que los malos momentos porque los que todos pasamos y tendremos que pasar.

Calificación


Citas

Con los años he aprendido que crecer es aceptar lo que perdiste.
Crecer también es aceptar que en esta vida no se cumplirá todo lo que deseas.
Todos tenemos nuestras limitaciones. También todos poseemos guerras que perdimos y toallas que lanzamos en momentos determinados porque éramos conscientes en nuestras carencias.
Al final, aceptas que no sirves para aquello o que esa persona está fuera de tu alcance. Somos nuestras limitaciones. Si no las tuviéramos, seríamos otra persona.
El pasado es lo que hace de nosotros lo que somos
La amistad, si ha sido importante, siempre perdura dentro de ti.
La vida son tirones; para obtener algo que te gusta has de aceptar un tirón contrario que no deseas.
La vida siempre te golpea, pero nunca te noquea.
Cuánta gente vive tan sólo de recuerdos.
No es fácil destruir algo que creaste, necesitas mucho coraje.
Si la vida te da cosas, debes cambiar. Si la vida te quita cosas, también debes cambiar.
Tantas veces en la vida se cambia de opinión radicalmente. Lo que eran líneas que no atravesarías jamás de repente eran líneas discontinuas. Libros que jamás leerías de golpe se convertían en textos de cabecera. Supongo que no sólo somos seres abusivos sino también contradictorios.
Cuando guardas tanto tiempo los secretos, se acaban admitiendo a tu piel y es casi imposible despegarlos de ti.
Hay personas tan especiales en tu vida que el universo te las trae, pero también te las quita. Hay que aceptarlo. Sus razones tendrá.
El fin del mundo empezó cuando dejamos de leer.
A veces pienso que a toda vida le depara un terrible suceso. Solamente uno pero que condiciona todo los otros. [...] La gente vive de espaldas a esos momentos cuando lo importante es estar preparado para afrontarlos. A todos, queramos o no, se nos morirá alguien importante de la familia; todos enfermaremos de gravedad o perderemos trabajos deseados y amores eternos. Y eso no es terrible, eso es simplemente vivir.
Con los años he aprendido que es una pérdida de tiempo intentar convencer a gente de experiencias que no han vivido o sentido. Sólo puedes esperar que no te juzguen. No juzgar sin comprender es un don que posee poquísima gente.
Cuando debas tomar una decisión que cambiará tu vida, respira lentamente y disfrutando del aire de ese entorno que te modificará para siempre.
Debería estar prohibido que el progreso aniquile sitios donde se forjaron tus recuerdos personales.
A veces es necesario un día de frío y lluvia para disfrutar de meses de calor, porque el cambio te ayuda a valorar lo que posees. A veces en la vida pasa lo mismo.
Borra lo que pesa para salir a flote
Mi madre decía que los que se aman bailan mal juntos porque es imposible estar cerca del amado y concentrarte en nada que no sea disfrutar de la otra persona.
Si te perdonas a ti mismo, no necesitas a nadie más en este mundo.
Todo se puede superar siempre que tengas el tiempo a tu favor.
Ayer es hoy todavía
Todos lo olvidamos, pero ayer es hoy todavía si no tenemos miedo a perdonarnos.

Comentarios

  1. Pues no he leído nada del autor...no sé por qué verlo tanto me ha hecho no querer animarme. Me he saturado...ya ves tú qué tontería!

    Y aunque no me gustan nada los robots, ni lo futurista...creo que esta historia va más allá de eso...no busca representar ese mundo sino reflexionar sobre el hacia dónde vamos. Y eso me gusta en la lectura, que su historia me aporte algo más que entretenimiento. Así que te hago caso y me lo llevo ;)

    Besitos

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  2. Conocí a Albert Espinosa gracias a su libro "El mundo amarillo" y desde entonces no he dejado de leer sus libros. Me encanta como escribe y como consigue hacerte reflexionar

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