Voy a empezar con una afirmación que muchos no creerán: yo nunca había leído Harry Potter... hasta hace unas semanas.
¿Cómo he llegado hasta aquí?
Por increíble que parezca, yo, una lectora empedernida desde mi más tierna infancia me salté esta conocida saga y no formé parte del fenómeno que supuso para millones de fans en todo el mundo. ¿Si a tanta gente le enganchó hasta niveles de descubrirles el mundo de la lectura por qué conmigo no? No hay una razón concreta. Probablemente se deba a que yo ya era una intrépida lectora que no necesitaba que le descubrieran los libros y a que nunca he sido muy aficionada a la magia y la fantasía. Además, reconozco que leí el primer libro siendo niña y aunque no estuvo mal, tampoco me entusiasmó y al ser una saga, lo dejé pasar centrándome en otros libros.
En mi época de adolescente de instituto, no recuerdo ningún compañero que me hablara de Harry Potter (seguro que había fans pero no lo mostraban al mundo) así que la saga se fue haciendo famosa mientras yo me mantenía al margen del boom aunque sabía de su existencia.
Sin embargo, cuando llegué a la universidad empecé a notar que algo no me cuadraba, todos mis compañeros se habían leído la saga o, al menos, habían visto las películas. Yo ni lo uno ni lo otro, y como es normal, a veces me sentía excluida de las conversaciones. Cierto es que mi carrera se caracteriza por unos niveles de frikismo digno de estudio, pero en mi caso, fue una salida a un mundo real, lleno de potterheads. Así que pronto me vi envuelta en debates de si son mejores los libros o las películas, traducciones del original a español de algunas páginas (Marta, sé que leerás esto y que sepas que eres una de las principales culpables de que me iniciara en este mundo).
Poco a poco, fui aprendiendo a quedarme al margen de las opiniones, cerrar la boca y no preguntar cuando oía hablar de muggles y demás palabros extraños. Recuerdo un día comiendo en el trabajo el entusiasmo de una compañera que se había comprado un giratiempos. Pese a la intriga de qué sería eso, preferí no preguntar. Es mejor no revelar que no sabía de qué hablan, no sabéis las miradas que provoca a veces y lo marginada que te puedes llegar a sentir. Sólo en contadas ocasiones, y con gente de confianza con las que ya me unía una amistad, reconocía mi falta ante su absoluto asombro. Pero yo sabía que algún día me animaría a leer los siete libros y dejaría de sentirme una apestada.
¿Cuándo empecé y por qué?
Pese a la pereza que me daba empezar una saga para niños de siete libros de una longitud nada despreciable, me di cuenta de que ya era hora de ponerme a leerlos. Aunque probablemente cualquier edad sea buena para iniciarse en el mundo de magia de J.K. Rowling, no quería convertirme en una completa adulta (sigo considerándose una niña) que no pudiera entender fuera que pasara. Así que, entre forzada por la sociedad y la intriga de qué trataría todo eso, decidí darle una oportunidad.
Mi intento empezó a principios del 2017 con el que empecé la saga leyéndome Harry Potter y la piedra filosofal. Y, sorprendentemente, me gustó bastante. Aunque me pareció bastante infantil, me recordó mucho a las historias de aventuras que solía leer cuando era pequeña, como Los Cinco de Enid Blyton. Vale que estos no tenían magia pero para mí era circunstancial. Más allá de la fantasía, eran un grupo de amigos que vivían aventuras.
Pero, aunque me había gustado, el montón de lecturas pendientes no dejaba de crecer así que dejé en stand by Harry Potter durante meses. Suerte que, después del verano, descubrí que Laura de Entre líneas tampoco lo había leído nunca y estaba empezando la saga así que nos pusimos de acuerdo para leerlo a la vez, más o menos, un libro cada dos meses para no saturarnos demasiado y poder leer otras cosas (aquí tenéis sus reseñas hasta Harry Potter y el cáliz de fuego). Hemos tenidos nuestros altibajos en esta continuidad pero ha sido un placer compartir estos ratos juntas, te espero para compartir impresiones cuando lo reanudes 😉
Pero, aunque me había gustado, el montón de lecturas pendientes no dejaba de crecer así que dejé en stand by Harry Potter durante meses. Suerte que, después del verano, descubrí que Laura de Entre líneas tampoco lo había leído nunca y estaba empezando la saga así que nos pusimos de acuerdo para leerlo a la vez, más o menos, un libro cada dos meses para no saturarnos demasiado y poder leer otras cosas (aquí tenéis sus reseñas hasta Harry Potter y el cáliz de fuego). Hemos tenidos nuestros altibajos en esta continuidad pero ha sido un placer compartir estos ratos juntas, te espero para compartir impresiones cuando lo reanudes 😉
¿Cuáles han sido mis sensaciones?
Aunque hace ya mucho tiempo que empecé con el primer libro de la saga, creo que puedo asegurar sin temor a equivocarme se observa una evolución increíble en toda la saga. Lo que empieza siendo una historieta de aventuras de niños (dicho con todo el cariño) acaba con una lucha encarnizada entre el bien y el mal. Siempre me habían dicho que la serie está escrita para que los niños lo vayan leyendo con la misma edad que tiene Harry Potter en los libros e ir avanzando año a año, para entender sus sentimientos, sus sensaciones, sus dudas y sus miedos de adolescente. Y realmente creo que es una reflexión muy acertada. Visto desde la distancia, no hay ninguna duda de que los primeros libros son más infantiles y, según avanza la historia, los personajes van evolucionando, con sus miedos de adolescentes y su camino hacia la madurez.
Y lo mismo que evolucionan los personajes, evolucioné yo como lectora de la saga. Mientras que el primer libro me resultó divertido porque me recordó a mis libros de aventuras del tipo Enid Blyton pero no me apasionó demasiado, conforme iba avanzando en la historia, me iba enganchando más y más, disfrutando más según devoraba los libros. Recuerdo que el segundo libro me gustó más que el primero, el tercero más que el segundo, el cuarto más que el tercero... y así sucesivamente. El último que me costó un poco más fue el quinto, reconozco que Harry Potter y la orden del fénix se me hizo más largo que los anteriores y me costó engancharme pero poco a poco las sensaciones fueron las mismas. Y esas impresiones se podrían resumir en lo intensamente que he vivido estos libros. He sufrido, he reído, me he enganchado y, incluso, puede que haya llorado en algún momento se la saga. Me he vuelto a sentir una adolescente que quería recibir la carta de Hogwarts para reencontrarme con mis amigos, desvelar misterios y estudiar Herbología, Transformaciones o Defensa de las artes oscuras. Me he descubierto conteniendo la respiración en algunos momentos, sufriendo con los chicos y las pruebas que se les ponían por delante.
Como suele ocurrir, he tenido mis favoritos entre los personajes. Aunque Harry es el protagonista, con el que más tiempo hemos pasado intentando descubrir cómo se siente, mi favorita es y será siempre Hermione. Sabelotodo, inteligente, cabezona, brillante, luchadora y valiente. Completamente admirable, desde mi punto de vista. Quiero pensar que, en algunos momentos, me parezco un poco a ella, pero ya me gustaría a mí, ¿para qué negarlo? Obviamente, también he cogido cariño al resto de personajes, Harry por supuesto aunque ha habido momentos que me ha sacado de quicio, como me ha sucedido también con Ron. Del resto de personajes, más o menos secundarios, he acabado cogiéndoles mucho cariño a Ginny Weasley y a Luna Lovegood, así como al resto de la familia Weasley, a Dobby, a Dumbledore o a McGonagall. Esos son los primeros nombres que me vienen a la cabeza pero seguro que me dejo otros muchos que me han hecho disfrutar de lo lindo.
Ya hace unas semanas que puedo decir en voz alta que he leído Harry Potter, que entiendo todos los artículos que tratan sobre el tema en Internet, que puedo leerlos sin temor a los spoilers... En resumen, ya me puedo considerar una potterhead que, nada más acabar los libros, hice el test de Pottermore para descubrir a qué casa de Hogwarts pertenezco y cuál sería mi patronus (para que no os quedéis con la duda, soy de Ravenclaw y mi patronus es una yegua blanca).
Ahora me queda por delante descubrir cómo han adaptado al cine los libros. Aunque ya me han avisado de que las películas no llegan al nivel de los libros, tengo ganas de volver a rememorar la historia, ya que, gracias a mi memoria pez sé que no tardaré en olvidar los detalles. Seguramente tengan razón esos fans que me han advertido que no me haga ilusiones, ya os iré informando de qué me han parecido.
¿Y después qué? En principio, no me planteo volver a leérmelos en un futuro (no suelo releer casi nunca) pero quizás sí me acerque algún otro libro de esa temática como Animales fantásticos pero me tomaré algún tiempo. Y, seguramente, en algún momento caeré como una tonta en algún merchandising como un giratiempos (necesito ESO en mi vida), algún pijama o algunos calcetines peeeero es lo que tiene convertirse en una fan, ¿verdad? 😉
En resumen, por si alguno lo duda, merece la pena leer Harry Potter con 15, 20, 28 y hasta con 50 años si me apuras. Siempre es un placer dejarse llevar por la magia y huir del mundo real.
Citas
No confíes en cosas que tengan la capacidad de pensar pero de las cuales no sepas dónde tienen el cerebro.
Son nuestras elecciones, las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades.
No te das cuenta de que no importa lo que uno es por nacimiento, sino lo que uno es por sí mismo
Seremos más fuertes cuanto más unidos estemos, y más débiles cuanto más divididos.
Lo que tuviera que llegar, llegaría, y ya habría tiempo de plantarle cara.
Los jóvenes no podéis saber cómo piensan ni cómo sienten los ancianos, pero los ancianos cometemos un error si olvidamos qué significa ser joven…
A veces la indiferencia y la frialdad causan mucho más daño que la aversión declarada.
Para la gente es más fácil perdonar a los demás por haberse equivocado que por tener razón
Cada uno está convencido de que lo que dice es mucho más importante que cualquier cosa que los demás puedan aportar.
Comprobaron que con el estómago lleno uno está mucho más animado, mientras que si se tiene vacío es fácil que surjan las peleas y el pesimismo.
A veces no tienes más remedio que pensar en otra cosa aparte de tu propia seguridad! ¡A veces no tienes más remedio que pensar en el bien de todos!
Quizá los más capacitados para ejercer el poder son los que nunca han aspirado a él; los que, como tú, se ven obligados a ostentar un liderazgo y asumen esa responsabilidad, y comprueban, con sorpresa, que saben hacerlo.
uf! Cuando salio esta saga fue al tiempo que el señor de los anillos y había como dos bandos, no sé por qué porque no tienen nada que ver la una con la otra jaja. No he terminado de leer la saga, uno de los motivos, es que me propuse leerla en inglés pero ha caído en el olvido.
ResponderEliminarMe alegro, que en tu caso, hayas conseguido ponerte con ella y cogerle el gustito, yo no sé si lo conseguiré!
uns aludo:)
Guapa!!! No solo los has disfrutado sino que además quieres merchandising jajajaja me encanta eso!! Yo tengo que decir que me quedé en el quinto y ya no seguí, quizás porque no me hice con ellos en su momento...sé que algún día tengo que volver, o quizás me anime y los lea todos desde el principio porque yo también tengo memoria pez y sé que me liaré con los nombres.
ResponderEliminarUn besazo, bonita
Hola, Sandra. Yo he visto las películas, pero no he leído nada de esta serie y eso que sé que me gustarán. Y si el nivel de los libros es mejor, que siempre suele pasar, desde luego que será un disfrute. Tendré que requisar la colección de mi sobrino, regalada por mi.
ResponderEliminarBesos y feliz semana.
Yo creo que leer lo que sea a cualquier edad, ¿no?
ResponderEliminarA mí no me atrae nada Harry Potter, y soy de las raras que con 36 tampoco tiene pensado leerlo.
Besos.
Hola!!!
ResponderEliminar¡He aquí a otra compi que ha leído los libros de Harry Potter en la facultad! Mi experiencia con ellos podría decirse que ha sido bastante similar a la tuya, en mi caso lo leí hace unos años, como digo en mi época de la facultad. Cuando era pequeña andaban por mi casa ya que se los regalaron a mi hermana, y recuerdo que leí el primero y al menos parte del segundo, pero ¡cosas de la vida! a mí en ese momento no me engancharon (ni si quiera recuerdo que sensaciones me produjeron). Solo recuerdo que cuando sacaron las películas, conocía la historia y decidí ir a verla y ahí empezó mi amor con esta saga, pero un amor cinéfilo, no regresé a los libros ni tuve intención de hacerlo jamás (esa epoca de secundaria que además deje de lado totalmente la lectura, muy influido por las lecturas obligatorias de clase). En fin, que contínue con mi amor por las películas, eso sí, me maravillaban. Pero dejan muchos interrogantes y eso fue lo que lanzó a los libros, en la facultad tras estar cansada de que nadie supiese responderme a cosas que no encontraba respuesta en las películas decidí meterme a resolverlas yo misma desde las páginas... Y bueno, eso que dices, desde el libro uno al último los disfruté, pero sin duda los dos últimos fueron los que más me gustaron. Más adultos y donde se resolvieron todas mis dudas (las últimas películas a mí parecer dejan demasiadas cosas en el aire). En fin, como bien dices, una saga que da igual la edad, se puede disfrutar... teniendo en cuenta que comienza algo más infantil pero que va creciendo con el desarrollo de sus personajes y se va haciendo más seria, oscura y adulta. Un mundo mágico digno de conocerse. Por cierto, yo también soy Ravenclaw!!!! :D Espero que disfrutes de las películas, aunque creo que el desarrollo de la trama te decepcionará, sobre todo las últimas (quizás no), pero la ambientación y la atmósfera en la que te mete es una autentica maravilla en mi opinión. Un besote!!!
¡Hola! ^^
ResponderEliminarNo importa cuando leas Harry Potter por primera vez, lo importarte es leerla. Algún día volveré a leer esta saga de principio a fin :)
Besos!
¡Holaaa!
ResponderEliminarPues me ha encantado esta historia sobre cómo conociste Harry Potter. La verdad es que me sorprende que alguien pueda llegar a sentirse taaan excluido. Yo leí los libros relativamente tarde, ya estaba en la ESO, y antes de eso había visto algunas películas salteadas pero poco más. Sin embargo, tengo muchos amigos y conozco a bastantes personas jóvenes que ni han leído ni han visto las películas, y sí, sorprende un poco y es como: ¡tienes que verlas ya! Pero por lo demás, tampoco es que sea un tema de conversación tan recurrente o que todo el mundo sea potterhead a mi alrededor, ni mucho menos. Como mucho, a lo mejor la gente que no sabe nada de la historia puede no pillar algún comentario o referencia, pero poco más. No se, al menos eso es en el ambiente que yo he vivido jajajaj
Por lo demás, totalmente de acuerdo con la evolución de la saga, es increíble y es lo mejor de lo mejor, hace que te vayas enganchando y que te vayas metiendo de lleno en la historia y en los personajes. ¡Ya nos dirás que tal las películas! En este caso, creo que es al revés: las primeras me dan una nostalgia increíble y me parecen muy buenas, pero es cierto que las últimas... meeeeeh.
¡muchos besos!