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La danza de los tulipanes de Ibon Martín

La danza de los tulipanes de Ibon Martín
La danza de los tulipanes de Ibon Martín
Como última reseña del año, necesito hablaros de uno de los últimos libros que he leído. Ya quedarán para 2020 otros muchos libros que se han quedado en el tintero.

Pero es imposible aguantarme las ganas de compartir mis sensaciones. Empecé leer reseñas positivas de este libro hace unos meses y, por el estilo de narrativa, me pareció que podía gustarme. Por eso, cuando vi la posibilidad de cogerlo en préstamo en eBiblio, no me resistí ni un segundo. 




Resumen editorial

La periodista más popular de Gernika es arrollada por el tren que cubre la línea de Urdaibai. La víctima ha sido fijada a la vía con un delicado tulipán entre sus manos. La flor, de un intenso y brillante rojo, es tan hermosa como difícil de encontrar en pleno otoño. La escena, cuidadosamente preparada, ha sido retransmitida en directo a través de Facebook.

La danza de los tulipanes nos sumerge en la ría de Urdaibai, un lugar mágico donde el mar y la tierra se abrazan al compás de las mareas que mecen las tranquilas vidas de sus habitantes, que se ven repentinamente sacudidas por la brutal irrupción de un asesino complejo e inteligente, capaz de rivalizar con los ritmos de la naturaleza que desde siempre han gobernado la comarca.

Crítica

La acción empieza fuerte. La periodista radiofónica más conocida de Gernika muere arrollada por un tren mientras miles de personas veían en directo la escena por Facebook Live. Aparentemente, había sido atada con una silla a las vías sosteniendo un tulipán entre sus manos. 

Debido a la repercusión mediática que se ha generado, se crea la Unidad Especial de Homicidios de Impacto, encargada de resolver el caso y al frente de la cual nos encontramos con Ane Cestero, una subinspectora joven y con carácter que deberá demostrar ante todos que está preparada para dirigir una unidad como esta. A su lado, tendrá a su compañero Aitor Goenaga y tres agentes de la comisaría de Gernika: Txema Martínez, Julia Lizardi y Silvia, la psicóloga. Todos ellos comenzarán una carrera a contrarreloj para tratar de detener al asesino.

Alternando en la narración la visión y recuerdos del asesino con la investigación policial, el autor consigue atraparnos en una búsqueda por averiguar quién es y cuáles son sus razones para matar. Al mismo tiempo que sucede la trepidante acción, iremos conociendo más de los protagonistas, centrándonos, especialmente, en Ane y Julia. Ambas son mujeres policías, con problemas personales de los que quieren escapar aunque, entre el trabajo y los recuerdos que vienen a sus respectivas cabezas, no lo tendrán nada fácil. Aunque en esta novela Julia adquiere gran importancia al ser la natural de la comarca, se deja entrever que Ane puede ser la gran protagonista de la saga, en el caso de que se publicaran más libros próximamente (no tengo duda de que así será). En el caso de los chicos de la Unidad Especial, también descubriremos un poco más de su carácter y sus modos de actuar, ya que, pese a los roces, todos tendrán que remar por un objetivo común: detener al asesino del tulipán.

Por lo que he visto en otras reseñas, algunos personajes como Ane o Aitor no son nuevos, sino que ya aparecían en libros anteriores del autor. Concretamente, en la serie que empezó con El faro del silencio donde la protagonista es la escritora Leire Altuna, de la que se habla en algún momento de la novela. Seguramente, debería haber empezado por ese libro para no perderme los guiños que hace el autor en La danza de los tulipanes, pero me pudieron las ganas. Sin embargo, debo decir que no es necesario conocer la historia precedente para disfrutar de este libro, os lo puedo asegurar. Pero también es cierto que me ha gustado tanto el libro que me han entrado ganas de seguir leyendo otras obras de Ibon Martín y, en cuanto pueda, me pondré con el resto de novelas.

Más allá de la trama y de sus estupendos personajes, hay que señalar que la ambientación tampoco defrauda al lector. Sin conocer la zona, he sentido la brisa de los los acantilados cantábricos y el olor del mar cuando Julia se lanzaba a las olas. Reconozco que he buscado más de una vez mientras leía los paisajes de Urdaibai, la isla de Izaro, Gernika o Mundaka para hacerme mejor a la idea pero se puede viajar perfectamente allí con las palabras del autor. 

Como siempre, me encantan las referencias musicales y banda sonora propia. Todos sabemos que a través de las canciones es más fácil explicar los sentimientos que, de otra manera, no son fáciles de expresar. En esta ocasión, no he encontrado ninguna lista de reproducción asociada ni oficial ni extraoficial pero, confiando en que ya existirían, sólo apunté algunas de las canciones que aparecen. Para no desvelar demasiado, os dejo sólo una de las canciones, la única que ya conocía y me ha encantado encontrármela aquí. Es la adaptación de un precioso poema de José Agustín Goytisolo.



En resumen, La danza de los tulipanes es una novela policiaca brillante, que te atrapa desde la primera página y te deja sin aliento en algunos momentos, con una trama sorprendente, unos personajes bien construidos y algún giro de guion totalmente inesperado. Espero poder seguir leyendo más de Ane Cestero y compañía.

Calificación

Citas

Ha dejado de llover. El cielo sigue cubierto y la luna no existe. Estará en algún lugar, tras las densas nubes. Las olas, apenas unas ondulaciones que crecerán al acercarse a la playa donde rompen, la mecen suavemente. Su cuerpo no pesa, flota sobre el mar, que la viste con un frío traje de seda.
Su vida, como la de toda la comarca, se organiza según los ritmos del agua. Cada mañana, cabalga sus olas para activar sus músculos y poner su mente alerta. Por la noche, se sumerge en sus aguas para limpiarse de los horrores del día y dejar su mente en blanco, despejada
El mar lo es todo. En él se zambullen los recuerdos, las decepciones y las esperanzas. Las penas también, claro; por algo las lágrimas saben a mar. ¿O es el mar el que sabe a las lágrimas de quienes las derraman refugiándose en la complicidad de su silencio?
Podría pasarse horas contemplando sus tulipanes. Su danza al son de la corriente de aire le resulta hipnótica, tan delicada y tan orgullosa al mismo tiempo… ¿Y ese aroma dulzón que despiden y que se suma a los olores acres de la turba húmeda que les sirve de cama? Es una fusión sencillamente embriagadora.
Saber que la razón está de su parte nunca es suficiente. Tal vez porque se trata de luchar contra argumentos irracionales, con los que resulta imposible el diálogo. Solo queda aparcar la razón y ponerse a su nivel o darse la vuelta
Dirigir un grupo no es solo dar órdenes, sino saber cómo darlas

Comentarios

  1. Apuntadísimo lo tengo pero por unas cosas o por otras aún no lo he comprado, a ver si cae en Navidad.
    Besos

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  2. Lo tengo apuntado desde que salió, lo he visto en la biblioteca y del mes que viene no pasa. Besos.

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  3. Hola,
    me gustó mucho; es el segundo libro que he leído de Ibón y mejora con respecto al anterior que también me encantó. Espero que sea el inicio de una nueva serie porque la leeré seguro.
    Un beso

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