Con una filosofía positiva...

El mundo amarillo

Desde hace algún tiempo (el mes de julio pasado, por lo menos), he estado esperando mi turno en una de mis bibliotecas favoritas para tener entre mis manos el libro del que hoy voy a hablar. Creo que a veces es necesaria una espera antes de leer un libro, consigue que lo saborees más, que pienses cada palabra que el autor escribe.
En este caso, me he decantado por el libro del escritor, actor, guionista, etc. Albert Espinosa y su modo de ver la vida en El mundo amarillo: si crees en los sueños, ellos se crearán. En él, cuenta las enseñanzas que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida y sobre todo, de su particular lucha contra el cáncer. Además, desarrollo su modo de ver el mundo y la amistad a través de su concepto de amarillo (grado de relación interpersonal diferente al de amigo o amante).

En particular, el libro me ha encantado. Reconozco que si se lee justamente después de haber leído sus libros posteriores, puede resultar muy cansino. Sin embargo, yo ya le tenía muchas ganas y hacía mucho tiempo que no leía nada de él. Seamos sinceros: este libro es más de Albert Espinosa. Si has visto Planta 4ª (película de la que fue guionista) o la serie Polseres Vermelles (1ª temporada por TV3), sus enseñanzas son muy similares. Por tanto, si os gusta una de las tres cosas, os garantizo que las otras también estarán al nivel.

Albert Espinosa con los protagonistas de la serie de TV3 Polseres Vermelles

Añadir que soy total seguidora de la visión positiva de la vida que tiene este autor. Sé que no todo es bonito y no siempre brilla el sol, pero hay que aprender a ver el lado positivo de la vida y de los problemas que tenemos. Debemos aprender que a lo mejor un día de lluvia tiene su lado positivo y que no siempre todo puede salir bien porque sería una vida muy aburrida y nunca aprenderíamos nada. Se aprende de los errores que cometemos, no de los aciertos.
Aquí os dejo algunas de las citas de las muchas que he sacado de este maravilloso libro: 

 No creo que las reglas sean necesarias, no sirven para nada, sólo están para que te las saltes. Nada de lo que te dicen que es sagrado en esta vida creo que lo sea. Nada de lo que digan que es correcto creo que lo sea. Todo tiene dos caras, todo tiene dos perspectivas.

Yo tengo una máxima: si crees en los sueños, ellos se crearán. Creer y crear son dos palabras que se parecen y se parecen tanto porque en realidad están cerca, muy cerquita. Tan cerquita como que se crees, se crea.

¿No te gusta cuando la música se repite tantas y tantas veces que ya no oyes las palabras, los sonidos? Entonces esa música, esas palabras son como el viento, algo que está ahí, que notas, sientes pero que no necesitas escuchar, tan sólo sentir.  

A veces estamos tan centrados en nosotros, en nuestor problema, que olvidamos que justo en ese momento podríamos hacer el mayor descubrimiento de nuestra vida.

Las madrugadas unen tanto que hacen que te atrevas a confesar deseos y sueños inconfesables. Más tarde llega el día y con él… con él… A veces el arrepentimiento. 

Lo que ocultas  es lo que más te define.

 Las malas decisiones curten, las malas decisiones, dentro de un tiempo, serán buenas decisiones.

 Libros en los bosques. Pequeñas biblitoecas en medio del bosque. Ya que los libros provienen de allí, dejemos algunos allí. Creemos unos armarios y depositémoslos allí. Sin duda, estaría bien subir a una montaña y encontrarte los libros perfectos para leer.

 Me gustan los ordenadores. Me gusta saber que cuando algo no funciona puedes apagar y encender de nuevo; es una solución mágica.

PD.: Yo ya estoy poniendo en práctica las enseñanzas de Albert Espinosa y buscando mis amarillos. Seguro que alguno de los que estais leyendo esto, estais entre ellos.

¿Quereis ser mis amarillos?