Último mes del año. Mes de regalos, prisas, estrés, comidas, familias, reencuentros... Mes de reflexión de lo que ha sido este año y deseos y esperanzas para el que viene. Personalmente, creo que he cambiado mucho desde hace un año. Sé que sonorá demasiado optimista en los tiempos que corren pero este año he cumplido uno de mis sueños. Rectifico. Algo me pude imaginar aquel 16 de diciembre de 2011 cuando, harta de tanta burocracia, me moví hasta que conseguí que me confirmaran que habían aceptado mi solicitud de prácticas. Aún recuerdo el momento en que lo recibí. Aún lo guardo con cariño. Aún puedo disfrutar lo que hace un año califiqué de sueño. Volviendo a la literatura, el último libro que he leído posee unos tintes filosóficos y reflexivos los cuales no son santo de mi devoción. Llegué a él gracias a un pequeño "club de lectura" formado de forma espontánea a través de un grupo de Facebook. De esta forma, alguien propone un título y ponemos una fecha para comentarlo en