Ir al contenido principal

La vida imaginaria de Mara Torres

La vida imaginaria de Mara Torres
La vida imaginaria de Mara Torres
Este libro tiene su propia historia. Tras años apuntado en mi lista de libros pendientes (fue finalista del Premio Planeta en 2012), me encontré con él hace unas semanas bicheando en las estanterías de la biblioteca pública de mi barrio. Esa con la que estaba peleada desde hacía años, a la que volví hace unos meses para pedir un libro concreto y a la que, cada vez que vuelvo a devolver alguno, me acabo llevando mínimo otros dos libros. Aunque me dan tiempo de sobra para leerlos, hace unas semanas se me cumplía el préstamo de este sin haberlo podido ojear siquiera (la cita mensual con Jane Austen y los exámenes me tienen absorbida). Yo, ingenua de mí, pensaba devolverlo y sacarlo más adelante cuando tuviera más tiempo (aunque mi subconsciente sabe que eso no iba a pasar próximamente), pero una persona muy cercana me recomendó que lo renovara y me pusiera con él, que me lo iba a leer en dos días. Como una buena chica, hice caso, fui a la biblioteca a renovarlo (y cogí un nuevo libro de paso ). En cuanto acabé Emma, me puse con este porque me picaba la curiosidad y exacto, ni 48 horas me ha durado. 

Resumen

¿Qué pasa por tu cabeza cuando la persona a la que quieres se va? ¿Qué haces con tu vida cuando tienes que pensarla otra vez? ¿Te la inventas? El mundo de Nata se llena de preguntas cuando Beto la deja. Pero el tiempo no se detiene, y los episodios que Nata cuenta de su propia historia la van llevando hacia un lugar donde todo vuelve a ser posible. Novedosa y contemporánea, esta novela tiene el nervio de un relato confesional, divertido y emocionante. Pero, por encima de todo, descubre a Fortunata Fortuna, un personaje fascinante que ha venido al mundo de la ficción para quedarse.

Crítica

¿A quién no le han dejado nunca? Esta es una pregunta que se responde sola y el tema principal con el que arranca este relato. Nata tiene muy claro lo que quiere en la vida: reencontrarse con Beto, que vuelva a surgir la chispa, que todo sea como antes. Como no parece que eso vuelva a ocurrir pronto, se conforma con imaginar qué pasaría si se volvieran a encontrar.

Con esta premisa comienza La vida imaginaria y poco a poco va desgranando el día a día de cómo Nata afronta su ruptura pasando por las diferentes fases del duelo. Para llegar más fácilmente al lector, utiliza un estilo de diario y un lenguaje cotidiano que consigue que te leas el libro en pocas horas (yo me lo leí en menos de 48 horas).

Otro de los aspectos que hacen que los lectores conecten con la narración es el uso de temas de actualidad que preocupan a la mayoría de los jóvenes de clase media española: crisis económica, inestabilidad laboral, las jornadas laborales eternas, despidos, cierre de negocios, política... Pero además toca otros aspectos sobre los que todos hemos reflexionado y discutido ampliamente como las relaciones de pareja, la duración del amor, la insoportable o maravillosa rutina (depende cómo se mire), la amistad...

Pero si por algo destaca esta novela es por el punto de locura de Nata, nuestra protagonista. Desde las primeras páginas, ya intuimos sus desvaríos imaginando qué haría si se volviera a encontrar con Beto pero ¿quién no ha soñado con cómo sería su vida en otras circunstancias? Que levante la mano quién se monte películas y hasta se invente los diálogos con lo que diría o dejaría de decir. Reconozco que, en ciertos momentos, puede llegar a resultar un poco surrealista y piensas esta chica está loca. Pero te diré un secreto: las mejores lo están. Sin embargo, estos momentos de irrealidad, especialmente al final del libro, han conseguido que, al acabar el libro, no me haya sentido del todo satisfecha.

Así que no puedo decir que sea un libro maravilloso, imprescindible y que todo el mundo tenga que leer, pero es una novela ligera, fácil de leer, bien trabajada, entretenida y novedosa que también es necesaria en algunos momentos.

Calificación

Citas

Te he dicho que te echo un huevo de menos. Que te echo profundamente de menos y quiero volver contigo porque no soporto estar sin ti.
A mí no me gusta la vida que hay aquí, me aburre. Me aburre trabajar todo el día pensando en ganar pasta para tener cosas, me aburre pensar que ésa es la idea que tenemos de triunfar. No quiero vivir en un mundo como éste, donde todo parece establecido y ordenado y no hay espacio para la improvisación. Ésta no es la libertad con la que yo soñaba, la libertad es otra cosa [...] Yo me niego a formar parte de este mundo en el que me han educado.
Voy siempre contigo. No te veo, pero estás. No te toco, pero te hablo en voz alta.
La diferencia es que sabes que alguien te quiere no porque te lo diga, sino porque te lo hace sentir.
Por mucho que vayamos de independientes, por mucho que vayamos de "tú haz lo que quieras que para eso eres libre", en el fondo deseamos una pareja que nos cuide, que nos haga sentir que somos lo primero para ella, alguien con quien podamos tener un proyecto de vida. Queremos a nuestro lado a alguien que nos diga que todo lo demás importa menos. Y yo creo que tú todavía no eres así porque tienes miedo, tienes miedo a que se acabe la parte bonita, a que llegue la cotidianidad, porque te parece aburrida y crees que no va a llenarte.
Deberías empezar a ir por la vida a pecho descubierto, con los botones de la piel desabrochados. Sin escudo, Porque mola mucho ser independiente y no querer vínculos, pero sólo estás protegiéndote para que no te hagan daño, y la vida es otra cosa. Tú al principio haces sentir al que está contigo que el mundo es maravilloso: entrar, salir, viajar, apasionarse... Pero cuando llegar la hora de verdad, cuando llega la hora de posarte en la realidad, lo que ves no te gusta.
Un día te darás cuenta que aburrirse con alguien al lado también es bonito. Estar sentada en el sofá con tu pareja delante de la tele no es estar perdiéndose algo que está esperando fuera, Nata, es sencillamente disfrutar de la vida en común. Siempre parece que para ti hay otras cosas más importantes y en el fondo la vida es eso... Estar tranquilo, convivir con alguien y tener un futuro. Ésa es la vida y lo demás son cuentos.
Ahora sé que quizá aquello no era amor, porque lo pienso y se me queda pequeño. Amor es más, es mucho más. Es que se te haga grande el corazón para abarcar a la otra persona, pero no sabes hasta qué punto, no puedes ni imaginártelo. Es querer crecer, es tener ganas de crear un proyecto infinito, de no ser sólo dos, es mirarla y pensar que quieres algo suyo, algo de su cuerpo, de su vida...
Pasamos todo el trayecto cantando las canciones que había grabado Rita y recordando cosas de hace mil años que ya hemos recordado cientos de veces pero que cada vez que las contamos nos gustan más y nos hacen más gracia.
Cuando llegábamos al estribillo, parábamos en seco y nos desgañitábamos hasta quedarnos roncos. Compartir las canciones a gritos es una sensación fabulosa.
La putada de un sistema de bienestar es que la gente no tiene conciencia social. [...] Yo estoy de acuerdo contigo en que no estamos educados para vivir en una democracia con derechos social, porque eso incluye necesariamente la solidaridad social, que la tenemos. Que todo hijo de vecino, cuando le llega la nómina, lo primero que piensa es "Estos cabrones están quedándose con mi sueldo". ¿O no? ¿O no lo pensáis vosotros? ¿Y esi sabéis por qué lo pensamos? Porque no estamos educados para cuidar lo público, porque sólo nos han enseñado a cuidar lo privado... Que no tenemos ni puta idea de lo que significa "conciencia social".
¡Yo qué sé! Paso de hacerme preguntas, porque toda mi vida he estado preguntándome qué sentía y al final no ha servido para nada, así que no sé lo que es, pero quiero vivirlo.

Comentarios

  1. Hola guapa!
    La verdad que me llama la atención este libro y no lo conocía. Se ve que la lectura es fresquita y fácil de leer. A veces viene genial para desconectar, y otro punto a favor que veo es los temas tan actuales que trata. Espero leerla pronto.
    Un beso y gracias por la reseña :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Marta!

      Cuando te animes con ella, intercambiamos impresiones ;-)

      Un besillo

      Eliminar
  2. ¡Hola Sandra!
    Te odio. Te odio porque he ido a Amazon, he buscado el libro y ahí está esperándome en mi lista interminable de deseos literarios.
    Pues sí, como Nata todas hemos sufrido el desamor. Y seguro que como Beto. Lo que no has dejado claro maldita si es que ella ha sido la que lo ha dejado a él o viceversa y claro... Una se hace esas películas de las que hablas y empiezas a lucubrar cómo sería la vida de ambos sin la del otro. Así que hasta que no me haga con el libro voy a estar en una constante sesión cinéfila de la que veremos a ver si salgo algún día.
    Me gusta mucho que la autora haya metido entre medias el tema socioeconómico, laboral y político. Creo que no todos sabemos abarcar estos asuntos y si Mara Torres ha conseguido salir airosa de ello es un punto muy positivo a su favor. No creamos que el amor lo es todo, pero sí que influye en nuestro estado de ánimo al cien por mil y acaba afectando a nuestro entorno social, laboral y económico. Porque cuando estamos deprimidos nos da por derrochar. Llega un momento en el que nos sentimos bien con nosotros mismos y queremos darlo todo a golpe de tarjeta. Esa es una fase del duelo que yo he vivido y que espero encontrarme con ella. De hecho, este momento llegó con un libro de Jorge Bucay El camino de la felicidad. Fíjate tú que cosas. Buscando ese camino después de atravesar una ruptura... ¡Lógico, completa y absolutamente lógico! Hay luz al final del túnel y espero que Torres le haya puesto la mejor guinda del pastel. Se nota que te ha gustado y oye, si ha ganado un premio Planeta es porque se lo merece.

    En fin, lo dicho. Que te odio, porque no puedo pasarme ni una santa y maldita vez por aquí y darme un viaje literario sin tener que pecar.
    ¡Un besazo guapísima! Qué alegría de estar de nuevo por aquí ❤

    Etérea

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Bienvenida de nuevo a este humilde blog señorita!

      Qué gustazo volver a ver tus suuuuper comentarios que no caben ni en el hueco que deja Blogger en el apartado de "Pendientes de moderación".

      Y sí, me gustó mucho este libro, lo devoré en dos días porque además es muy cortito pero yo ya te aviso que este libro puede encantarte o puedes odiarlo, ¿eh? Avisadas quedas que luego no quiero quejas hacia mi persona en unas super reseñas negativas que te marcas.

      Poco más puedo añadir que no haya dicho en la reseña o tú en tus reflexiones.

      Un besazo enorme y nos seguimos leyendo

      Eliminar
  3. Hola, Sandra. Tengo el libro en digital y sin leer. Y lo tengo mucho tiempo, es algo que me pasa mucho, compro y compro y después como se me acumulan tantas lecturas me olvido de algunas, en fin, a ver si lo leo ya que no he leído nada de esta escritora y me apetece saber como escribe. Gracias por lo que nos has contado.

    Un beso y feliz noche.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Carmen!

      Te creo porque a mí también se me acumulan las lecturas, y más en digital. Espero que esto te la haya recordado y te animes pronto con ella.

      Un abrazo

      Eliminar
  4. Hola!!

    Tengo este libro en mi estantería desde hace años, ahí esperando... pero no sé, me llama al mismo tiempo que no. Al leer tu reseña, y especialmente, lo que al final te ha supuesto, no sé que haré jejeje. Pero bueno, mencionas que es ligera y entretenida, así que quizás la cojo ahora en veranito para desconectar de otras... Gracias por la reseña!


    Un saludo 😉

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Hola!!

      Por lo visto, todos lo tenemos ahí pendiente desde hace tiempo pero no acabamos de animarnos con él, ¿eh? Me alegro de habértelo recordado.

      Aunque es cierto que el final me dejó un poco "sorprendida", no dejes de animarte con él porque además se lee muy rápido y muy fácil.

      Un besote

      Eliminar

Publicar un comentario

Da tu opinión sobre esta entrada, el libro/s en cuestión y sobre el vuelo de una mariposa. Lo que quieras. Todo será bienvenido