A principios de año, os hablé de Puerto escondido, el primer libro de la saga de Valentina Redondo (lo siento Oliver, para mí la protagonista la teniente). Una maravilla de novela policíaca que me enganchó desde la primera página, pero que, por aquello de no saturarme y disfrutarlo menos, dejé pasar un tiempo antes de continuar con la segunda parte. Craso error porque mi memoria pez me lleva a dejar en el limbo del olvido algunas series que me maravillan como es el caso. Sin embargo, este verano gracias a unas cortas vacaciones por Cantabria y, tras visitar lugares que aparecían en Puerto escondido como Suances o la playa de los Locos, tuve claro que continuaría la historia cuando volviera a Madrid.
Resumen
Han transcurrido varios meses desde que Suances, un pequeño pueblo de la costa cántabra, fuese testigo de varios asesinatos que sacudieron a sus habitantes. Sin embargo, cuando ya todo parecía haber vuelto a la normalidad, aparece el cadáver de una joven en La Mota de Trespalacios, un recóndito lugar donde se encuentran las ruinas de una inusual construcción medieval. Lo más sorprendente del asunto no es que la joven vaya ataviada como una exquisita princesa del medievo, sino el objeto que porta entre sus manos y el extraordinario resultado forense de la autopsia.
Cuando hasta los más escépticos comienzan a plantearse un imposible viaje en el tiempo, comienzan a ocurrir más asesinatos en la zona que parecen estar indisolublemente unidos a la muerte de la misteriosa dama medieval.
Mientras Valentina Redondo y su equipo investigan los hechos a contrarreloj, Oliver Gordon, ayudado por su viejo amigo de la infancia, el músico Michael Blake, buscará sin descanso el paradero de su hermano Guillermo, desaparecido desde hace ya dos años, y descubrirá que la verdad se dibuja con contornos punzantes e inesperados.
Crítica
Unos pocos meses han servido para que la vida de Oliver vuelva a la tranquilidad. Mientras que el inglés empieza a recibir a los primeros clientes de su hotel con la ayuda de su amigo Michael Blake y continúa buscando a su hermano, Valentina y la Sección de Investigación de la Guardia Civil de Santander reciben el aviso de un extraño caso. Ha aparecido muerta en unas ruinas medievales una chica vestida como una autentica princesa de la Edad Media con un curioso objetos entre las manos que puede ayudarles a resolver la investigación o complicarla más. La perplejidad del equipo crecerá más aún cuando descubran que no es el único cadáver que se ha descubierto en la zona en las últimas semanas, aunque entre ellos no parece hacer nada en común.
Una vez más María Oruña crea una estructura entre presente y pasado que consigue que el lector vaya desvelando poco a poco la conexión entre ambas historia, tratando de desentrañar en qué modo están unidas y, ¿cómo no? quién es el asesino de la princesa medieval. En esta ocasión la historia paralela está relacionada con un grupo de espeleólogos y paleontólogos que recorren las cuevas de todo el mundo para conocer cómo era la vida de los hombres primitivos y conseguir algún avance significativo para el mundo.
Ha sido un placer volver a reencontrarme con personajes tan queridos como son Oliver y Valentina y conocer un poco más su evolución. En esta ocasión, nos encontramos con un Oliver que sigue preocupado por la desaparición de su hermano Guillermo tirando de cada hilo para saber qué ha sido de él pero demostrará que, detrás de ese carácter inglés pausado, esconde un gran temperamento. A su vez, Valentina también tendrá que avanzar, deshacerse de las reservas y empezar a superar su desconfianza y vencer a sus fantasmas personales para abrirse y confiar en los demás. Entre los secundarios, nos reencontraremos con el sargento Riveiro, el subteniente Sabadelle, el cabo Camargo y la forense Clara Múgica, que trabajarán con la teniente Redondo para desenmascarar al asesino. En esta ocasión, tendremos a Michael Blake, un viejo amigo de Oliver que te apoyará en tareas del hotel como sus famosos desayunos musicales y tratará de seguir la pista de Guillermo.
Como ya ocurría en la novela anterior, trasladarse a la costa cantábrica se convierte en un auténtico deleite, aunque sea para resolver unos crímenes macabros. Volver a Villa Marina, Suances y Comillas, entre otros escenarios, es siempre un gusto y más si hace sólo unos meses que estaba pisando sus calles. Como novedades, viajaremos fuera de España a lugares como El Sótano de las Golondrinas (México), Sorrento (Italia) o Nördlingen (Alemania), además de descubrir nuevas localizaciones cántabras como la Mota de Trespalacios, la ría Oyambre o Museo de Altamira. Además, María Oruña nos permite seguir el ritmo de la BSO de la novela con esta playlist:
Gradualmente, la autora va enganchándonos a la historia, midiendo los datos, dosificando la información y jugando con el lector a resolver el asesinato. Con un estilo propio y gran maestría, consigue mantener la tensión consigue guiarnos hasta un final sorprendente, totalmente inesperado que nos deja con la boca abierta y con ganas de más, con ganas de Donde fuimos invencibles (prometo no tardar demasiado en darle una oportunidad).
Una vez más María Oruña crea una estructura entre presente y pasado que consigue que el lector vaya desvelando poco a poco la conexión entre ambas historia, tratando de desentrañar en qué modo están unidas y, ¿cómo no? quién es el asesino de la princesa medieval. En esta ocasión la historia paralela está relacionada con un grupo de espeleólogos y paleontólogos que recorren las cuevas de todo el mundo para conocer cómo era la vida de los hombres primitivos y conseguir algún avance significativo para el mundo.
Ha sido un placer volver a reencontrarme con personajes tan queridos como son Oliver y Valentina y conocer un poco más su evolución. En esta ocasión, nos encontramos con un Oliver que sigue preocupado por la desaparición de su hermano Guillermo tirando de cada hilo para saber qué ha sido de él pero demostrará que, detrás de ese carácter inglés pausado, esconde un gran temperamento. A su vez, Valentina también tendrá que avanzar, deshacerse de las reservas y empezar a superar su desconfianza y vencer a sus fantasmas personales para abrirse y confiar en los demás. Entre los secundarios, nos reencontraremos con el sargento Riveiro, el subteniente Sabadelle, el cabo Camargo y la forense Clara Múgica, que trabajarán con la teniente Redondo para desenmascarar al asesino. En esta ocasión, tendremos a Michael Blake, un viejo amigo de Oliver que te apoyará en tareas del hotel como sus famosos desayunos musicales y tratará de seguir la pista de Guillermo.
Como ya ocurría en la novela anterior, trasladarse a la costa cantábrica se convierte en un auténtico deleite, aunque sea para resolver unos crímenes macabros. Volver a Villa Marina, Suances y Comillas, entre otros escenarios, es siempre un gusto y más si hace sólo unos meses que estaba pisando sus calles. Como novedades, viajaremos fuera de España a lugares como El Sótano de las Golondrinas (México), Sorrento (Italia) o Nördlingen (Alemania), además de descubrir nuevas localizaciones cántabras como la Mota de Trespalacios, la ría Oyambre o Museo de Altamira. Además, María Oruña nos permite seguir el ritmo de la BSO de la novela con esta playlist:
Gradualmente, la autora va enganchándonos a la historia, midiendo los datos, dosificando la información y jugando con el lector a resolver el asesinato. Con un estilo propio y gran maestría, consigue mantener la tensión consigue guiarnos hasta un final sorprendente, totalmente inesperado que nos deja con la boca abierta y con ganas de más, con ganas de Donde fuimos invencibles (prometo no tardar demasiado en darle una oportunidad).
Citas
¿No habría que estar ciego para no comprender que la verdad de lo que fuimos y de lo que somos se encuentra sembrada bajo la propia corteza del mundo y en la vida intraterrestre?
Existen lugares que, aun compuestos de materia muerta, destilan el embrujo de lo vivo. Son solo piedras, cemento, madera, pequeños edificios. Sin embargo, parecen llevar consigo una parte de las personas que los visitaron en el pasado. ¿Qué será lo que se posa sobre algunos tejados? ¿Será solo el encanto del desgaste del tiempo? ¿Será que se cuela algo de nosotros mismos entre las rendijas de todo aquello que tocamos, miramos, amamos?
¿Existe, acaso, mayor prueba de amor que la de dejar marchar a quien amas?
¿Por qué no mostraremos a los demás la verdad de nosotros mismos cuando todavía estamos a tiempo?
Esa noche encontraron un lugar a donde ir, una buena razón para caminar por las mañanas con una sonrisa reveladora. ¿Sería ese el secreto de la felicidad? ¿Darse a la vida sin miedo? Odiar sin intensidad, amar sin prudencia; sonreír cuando el juego termine, sabiendo que, aunque pierdas, no has dejado de respirar durante toda la partida.
¿Será posible que en algún momento de nuestras vidas cambiemos tanto que nos diluyamos, como si fuésemos jabón escurriéndose por el desagüe de la ducha, dejando solo un envoltorio de carne, nuevo y aséptico?
Tuvieron la inteligencia de comprender que el pasado, a veces, es mejor cerrarlo tras una gruesa puerta de acero: de lo contrario, los nuevos tiempos siempre saben agridulces.
A mí es el que más me costó de la trilogía justamente por la parte de espeleología, que ni fu ni fa. El tercero me gustó muchísimo más.
ResponderEliminarBesos.
Tengo pendiente leer a María creo que desde que conocí las buenas críticas de su primera novela y desde entonces la he ido dejando pasar...pero tengo que tomar las riendas y leerla de una vez!! Viendo además lo que te están gustando sus historias me pones los dientes largos ;)
ResponderEliminarSeguro que viviste de forma más intensa toda esa ambientación en la novela...haberlo visitado recientemente y visualizarlo casi de forma real es una gozada. Ahora a por el tercero, ojalá lo disfrutes igual ;)
Besitos
Es mi preferido dela serie, lo disfruté muchísimo.
ResponderEliminarBesos
No lo he leído pero creo que me gustaría
ResponderEliminarQueda apuntado
Un besazo ♡
Ay si, yo también disfruté mucho de ésta trilogía (Por llamarla de algún modo, porque creo que va a sacar más libros) sobretodo por su ambientación, porque al igual que tú había estado en muchos de esos sitios cántabros y cuando los conoces, la experiencia es mucho más bonita. En mi caso no es que sea una historia que me fascine, pero disfruto mucho con ellos. Vamos, que llevo leídos los tres, por algo será.
ResponderEliminar¡Un besazo!
Hola, Sandra. Yo he leído este y el anterior libro, me gustaron mucho y me queda el último que lo tengo en mi lector para devorarlo en cuanto pueda. Yo los leí seguidos, no me pude aguantar. Me alegra coincidir en lectura e impresiones.
ResponderEliminarBesos.